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-7-

ta ·para su alimento y manutencion. Pudo haber al–

go de semejante al principio; pero desde que hay te–

:JllOr (le que se les obligára á can1biar de habitacion,

se ha distribuido á cada familia una pordon de ter–

reno, que puede ministrar

lo, necesario;

y por su ca–

-rácter y el modo con que se les educa, puede esperar- ·

se, que no conocerán jamás lo superfluo. Por lo de–

mas, se sabe lo que sacan de sus tierras, y su comer–

cio no puede hacerse sino á la vista de los que están(

interesados

~n

velarlos. Fuera de los terrenos que se

dan á cada padre de familia, hay otros que pyrtene-.

cen al comun, y cuyos frutos se depositan en alma–

cenes públicos. para las necesidades imprevistas, el

sosten de las iglesias, para las viudas, huérfanos y en–

fermos, para l0s que son enviados á la guerra ó los

trabajos reales, para los caciques, los corregidores

y

otros oficiales que velan en el buen órden y en lapo–

lítica, para los indigentes

&~

El sobrante, cuando lo

hay, ·se pone en la masa del comercio, sobre cuyo

fondo se paga el tributo, se compran provisiones para

la guerra; y el oro, la plata, el hierro, el cobre, el

acero para fabricar armas

y

decorar los altares."

263. "Las reducciones son bastante grandes, las

calles tiradas

á

cordel y las casas uniformes. La pla–

za pública ep. frente de la Iglesia, está en el medio, así

como el arsenal: se hace egercicio todas las semanas.

Los hombres visten un jubon y calzones casi como

los españoles, y un capote de tela blanca hasta mas

abajo de las rodillas: algunas .veces este capote es de

color, y es una distincion concedida á título de re–

compensa. El vestido de las mugeres consiste en una

camisa sin mangas -que desciende hasta los piés, y no

tienen sino esto, cuando trabajan en el campo. Fue–

ra de ahí se ponen encima una camisola un poco flo–

t:¡¡,;nte, y llevan los piés desnudos, y nada sobre la

cabeza.''

264. '.'A

pe~ar

de esta policia hay embarazos,

que,

provienen de su poca prevision, de la pereza y de su

poca economía. Cuando no tienen semilla, se les.pres–

t8,

con cargo de pagarla despues

~e

la cosec!:ta;

y

res~.,