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-15-

Despues de hacer mencion de varias pragmáticas

de reforma, espedidas por los PP. superiores de la

compañia, una de ellas, para que los indios no se ca–

sasen antes de los diez y siete años y las indias antes

de los quince, pone á continuacion una carta encícli–

ca del provincial Ignacio de

Artea.ga

, donde se leen

las frases siguientes- "Es muy neces<:wia la destreza

en manej ar las armas, punto tan encargado de R.oma

-Si los indios no están bien ejercitados en las armas,

no están bien defendidas estas doctrinas de los

infieles,

,

españoles

y

poTtugueses-Para

el :resguardo de lastro–

pas que entran á baquear, se envíen seiscientas á lo

menos con el nún1ero de caballos competente, todas

armas y un padre de buen gobierno y respeto- In–

dios de .estas misiones se esparramaron por esas pam-

·pas, en tiempo de la hambre grande, y hasta ahora

despues de tantos años no se ha hecho dilijencia al–

guna: vaya algun padre lenguaráz con algu:.r:os dones

para atraerlos por bien, y si de buenas no quisiesen

venir, se enviarán doscientos indios armados para traer–

los por fuerza, como se ha hecho en otras ocasiones.

--Dentro de un Ines de la pubücacion de esta orden, se

despeQ.irán de estas misiones todos

cuan~os

españoles

y mestizos están concha'4ados, y no se permita po:r

ningun caso, el que i\ingun español, ni clérigo ni re- ,

ligioso entre ·á nuestros pueblos á comerciar, ni por

ningun otro título se les permita entrar- Por irse

perdiendo el cuidado de hacer pólvora, y de tener

prevencion tle todas armas para la guerra, ordeno ·

con todo aprieto, que se ponga todo empeño en que

se haga todft cuanta se pudiese en cada pueblo; que

se ejerciten los indios un dia en cada semana en tirar

al blanco; que dos indios diputados tengan limpias y

compuestas todas

~as

armas; que en cada pueblo haya

sesenta lanzas., sesenta

desga~retaderas,

1nil :flechas,

buenos arcos, hondas y piedras, y sobre todo, que

cada pueblo tenga á lo menos doscientos caballos de

buena ley separados para el uso de la guerra." Si–

guen h¡ego los superintendentes y

consultor~s

de

guerra, que eran padres de la compañia.