-
131
el
juez
á
1'estituir por lo menos
~ntes
de
la
senten–
cia."
(214)
I-Iaciendose cargo el P . Leonardo Lessio de la opi–
nion de Covarrubias
y
de Cayetano, segun los cuales,
el juez debia restituir lo que habia recibido por una
sentencia injusta, porque una sentencia injusta
y
la
perversion del juicio no son cosas vendibles,
respon~
de así-"tal razon no tiene fuerza, pues no hay causa
por la cual se deba restituir lo que se haya recibido
por una sentencia injusta, que por un asesinato, que
á juicio de
~sos
autores, no induce la necesidad de
restituir......... Al que quiere una cosa, no
se
le hace
injuria: al contrario, si se hizo el obsequio por una
sentencia justa, pues se reputa que fué hecho forza–
clamente, por temor de una sentencia injusta.. " [215]
Oig~mos
por último al
P.
Lacroix con sus socio
Busembaum y Zacarias.-"¿Estará obligado un juez á
restituir lo que recibió para dar sentencia? Si lo re–
cibió por una sentencia justa, está obligado; porque
como ella, era debida al litigante, nada ha recibido por
su dinero que no le perteneciese. Si lo .recibió por
sentencia
injusta~
por derecho natural no hay obliga–
cion de r estituir, segun lo enseñan muchísimos
auto~
res: porque el juez no estaba obl-igado
á
dar sen
ten~
cia injusta, y tal accion es útil a1 litigante, corriendo
el
juez injusto un peligro grande, principalmente en
su fama, si llega
á
ser convencido;
y
tal peligro su–
frido en útilidad de otro es precio estimable."
[216]
Entre los doctores citaba Lacroix
á
Santo Tomas; peM
ro el Santo no ha dicho tal cosa, ni era capaz· de de–
cirla. IIablaba de aquellos bienes de que poclia darse
limosna, y no numeraba por cierto lo que eljuez había
recibido por sentencia injusta, ni mencion hacia de
.ello. El buen sentido basta para desechar con indig–
nacion doctrinas tan perniciosas y de tan g ravo
es–
cándalo.
§.
69
356. Hagamos descanso aquí, para echar una mi·
rada de observacion
á
lo que dejamos referido,
y
que
18