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piensan en Dios. La indjgnacion pública aterró á los
padres, pero no hasta el estremo de CQndenar la doc–
trina del pecado :filosófico, que en 1689 sostuvo publi–
camente en Marsella el P. Beon. Todo el crédito
é
influj o de la compañia no pudieron impedir, que el
Papa Alejandro VIII, conde;nase 1a proposicion del
pecado :filosófico en 1690. Tambien fué denunciada
por el propio Arnaldo otra proposicion, que los pa–
dres ignacianos sostuvieran en Pont-á-Mousson el
14 de Enero de 1689.-"el hombre no está obligado
á ama1· á Dios su fin último en el principio, ni en el
curso de su vida moral. El Rey r econvino al P. La–
Chaise, y sus compañeros publicaron dos censuras ele
dicha proposicion aprobadas por ellos; y se hizo os–
tentacion de repartirlas en la Corte, aunque entera–
mente desconocidas en otros lugares, y aun en Pont–
á;..::.Mousson, y los padres que hicieran imprimir ejem–
plares, los recojieron. (221)
360. Los padres de la compania que en tiempos
apartados de su institucion inventaban y sostenían
doctrinas laxas y censuradas, debieran haber imitado
siquiera en parte
á
su hermano Cardenal Be1armino
· que murió en el primer tércio del siglo 17, y dejó es–
Cl'itas estas palabra¡s notables-"el que quiera tener
~egura
su salud, debe buscar la verdad cierta, y no
tener consideracion á lo que muchos dicen y hacen
en este tiempo; y si no pueden obtener la certidumbre
seguir la parte mas segura, y no declinar á la que es
menos, por ninguna razon, por ningun imperio, por
ninguna útilidad temporal." Debieron haber imitado
por entero á su otro hermano Cardenal Palavicini,
que habiendo sostenido el probabilismo, con mejor
acuerdo se retractó, dejando un testimonio auténtico
que conservaba en su poder el P. general Tirso Gon-
\
zales. Debieron, en fin, haberse conformado con las
doctrinas de este general, y seguido sus buenos con–
sejos, que declaraba al acabar sus días en un escrito
dirijido al Papa, Clemente XI, donde le suplicaba
rendidamente, que '.'hiciese con su autoridad suprema
lo que él como general no habia podido, y siguiese