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en los matrimonios de la casa de Austria,
y
de ios
que se han efectuado en otros reinos, como en la
Francia, Polonia, etc.,
y
en varios ducados. Por tan–
to, conviene proponer con prudencia enlaces de per–
sonas escojidas que sean amigas
y
familiares de los
parientes
y
de los amigos de la Sociedad.
7.
0
Será fácil ganar
á
las princesas, valiéndose
de sus camareras; para lo que conviene entablar
y
alirnentar con ellas relaciones de amistad; porque
así se logrará la entrada en todas partes
y
f.tun se
vendrá en conocimiento de los mas íntin1os secretos
de las familias.
8.
0
En cuanto á la direccion de conciencia de los
grandes señores, nuestros confesores deberán seguir
las opiniones de los escritores que conceden mayor
libertad á la conciencia: contrariando asi, al parecer,
á
los
dem~s
religiosos, para que se decidan
á
dejar
á
estos
y
se sometan enteramente
á
nuestra direccion
y
consejos.
9.
0
Es preciso hacer que consten todos los méri–
tos de la Sociedad,
á
los príncipes
y
prelados
y
á
cuantos puedan prestar mucho auxilio á la Sociedad,
despues de haberles manifestado la trascendencia de
sus grandes privilegios.
10.
Tambien será. útil demostrar, con prudencia
y
destreza, el poder tan ámplio que tiene la Socie.
dad para absolver aun en los casos reservados, com–
parándole con el de los demas pastores
y
religiosos,
y
tambien el de dispensar del ayuno
y
de los dere–
chos que se deben pedir
y
pagar en los impedimen–
tos del matrimonio ; por cuyo medio recurrirán á
nosotros muchas personas que nos deberán quedar
mu
y
agradecidas.
11.
~s
no menos útil convidarlos
á
los sermones,
cofradías, arengas, declamaciones etc.; componer
odas en honor
suyo,
dedicarles actos literarios
ó
con•