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dad
que
se
tendrá
para con todos
y
por la
novedad
del asunto.
2.
0
Téngase presente que es neceRario pedir con
l
1
e1igiosa modestia los medios para ejercer los cargos
de la Sociedad, y que es preciso procurar adquirir
la benevolencia, principalmente de los eclesiásticos
seculares y de las personas de autoridad que se con.
ceptúan neoesa rias,
3.° Convendrá ir
á
los lugares mas lejanos donde
haya que recibir limosnas, que se aceptn.rán, por pe·
queñas que sean, despues de haber pintado las ne–
cesidades de los nuestros.
Sin embargo, será muy
conveniente dar al mon1ento estas limosnas
á
los po–
bres para edificacion de los que no tienen exacto co–
nocimiento de la co1npañia, y ccpara que en adelante
se muestren mas liberales con nosotros.))
4.
0
Todos debemos obrar como inspirados por un
mismo espíritu,
y
cada uno debe estudiar para ad.
quirir los mismos modales, con el objeto de que la
uniformidad en tan gran número de personas edifi–
que á todos: los que hicieren lo contrario, deberán
ser expulsados como perjudiciales.
5.
0
En un principio no conviene que los nuestros
compren fincas; pero en el caso de que hubiesen
comprado algunas bien situadas, dígase que perte–
necen
á
otras personas, usando de
los nombres de
algunos amigos fieles que guarden el secreto.
Pa–
ra mej(•r aparentar nuestra pobreza, las fincas inme–
diatas á nuestros colegios aplíquense á colegios muy
distantes, lo que impedirá puedan los príncipes y
magistrados saber jamas las rentas que tiene la So–
ciedad
á
punto fijo.
6.
0
No irán
á
residir los nuestros para formar co–
legios sino
á
las ciudades ricas, porque debemos
imitar en eHto á Jesucristo que se detuvo en
J
eru–
salmn y solo iba como de paso por las
poblacione~
:p1enos considerables.
,