INSTRUUUIONES SEC
HRTAS
DE
LA COMPAÑIA DE JESUS.
PREFACIO.
Estas instf'ucciones particulares deberán ser guar–
dadas
y
custodiadas con esmero por los superiores,
comunicándolas con prudente cautela solamente
á
pocos de los profesores, mientras no exija otra cosa
el bien de la Sociedad; pero encargándoles el mRs
profundo silencio
y
aparentando ser escritas por un
cualquiera, aunque fundadas en la experiencia de
quien laR hizo. Como hay varios de los profesores
que están en estos secretos, la Sociedad ha fijado la
regla de que los que saben estas instrucciones reser–
vadas, no pueden pasar en ninguna órden religiosa,
como no lo sea la de los cartujos, á causa del retiro
en que viven y del inviolable silencio que guRrclan,
todo lo cual ha confirmado la Santa Sede. Se debe
tener mucho cuidado con que no vayan
á
parar es–
tos consejos
á
manos de personas extrañas
á
la So–
ciedad, porque les darían una interpretacion sinies–
tra, envidiosos
Je
nuestra situacion. Si (lo que no
pennita Dios) llegare
á
suceder esto, debe negarse
abiertamente qu8 la Sociedad abrigue tales pensa–
mientos,
y
se cuidará de que así lo afirmen los de la
compañia que los ignoran por no haberles sido co–
municS¡dos, los cuales pueden protestar con vGrdad
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