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una perfecta arnfonia en el ejercicio de sus funciones! Ni la

>>

autoridad del príncipe puede degenerar en despotismo, ni la

l

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libertad del pueblo en lícencia. El n1agistrado no puede dejar

>>

de administrar justicia con imparcialidad') el senador es equi–

>>

tativo y desinteresado., el sacerdote es puro y celoso en su mi–

»

nisterio., el militar leal,

e(

subdito fiel, el sob.erano justo (

1).

»

Estas ventajas sociales tan n1arcadas_, tan palpables y tan uni–

versales, que contestan de concierto católicos, protestantes

é

incré–

dulos, son desconocidas por nuestro pobre proscrito. Confiado e.l

Dr. De Sanctis en que su folleto está destinado á ser distribuido

por lo comun

á

gente ignorante, combate la benéfica institucion

divina con tanta desenvoltura') que raya en ilnpudencia. Los

1

penúltimos capitulas de su

Ensayo

son un tegido de mentiras y

calumnías, que revelan el odio que abriga contra el Romano Pon–

tífice. La gravedad de nuestro

~arácter

se degradaria, si tratasemos

de analizar unos argumentos') que por su naturaleza carecen de

consistencia y merecen el desprecio. Recopilaremos sin ·embargo

en compendio los que parecen de mayor tomo.

«

Las estadísticas

»

criminales están allá (dice) para testificar') que en los paises

»

donde está mas en úso la confesion ')

los delitos ·son mucho

»

mayores que no lo son en los paises protestantes. - Roma que

»

enseña

y

frecuenta la confesion, calla

y

nunca se molesta con

>>

los incredulos sino hablan contra ella. Los incredulos y los

»

supersticiosos') todos sirven de igual modo á la Iglesia de Roma :

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ella los an1a; y solo odia el Evangelio ; y para destruírlo ha

»

instituido la confesion. -

Las restituciones tan decantadas son

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muy raras. A estas insignificantes restituciones que al .fin serian

»

una ventaja para la sociedad, se opone la animacion que se da

>>

al hurto con la facilidad de obtener el perdon; las absoluciones

»

que se dan

á

los ladrones, á los usureros')

á

los homicidas ... En

(i)

Augusto Nicolas,

Estudios filosoficos,

etc.

JI

part., c. xvi. En el

capitulo a.n·

terior hemos reintegrado el

te~to

del

publicis~a

lord

FiLz.-WHliam.