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gubres palabras :

Desde la predicacion de , uestra doctrina el

))

mundo se hace cada vez mas malo, mas impío

mas descarado.

Los diablos se precipitan en legiones sobre los hombres, que')

con

la pura claridad del evangelio

(el suyo), son mas atrevidos,

mas impudicos y mas detestables,

que lo eran en liempo del pa–

]Jismo.

Los rústicos, los plebeyos y los nobles, Ja gente de todos

estados, desde el grande al1nas pequeño, están entregados todos

á la avaricia, á la intemperancia,

la crápula,

la deshones–

tidad,

los desordenes mas vergonzosos, á las pasiones mas

abominables (

No era menos explicito el otro caudillo del protestantismo. Cal ...

vino convertido en otro Jeremías de la

reforma

emitía tambien

esta melancolica profecía :

Me tiene tan ansioso

solicito el por–

venir, que no n1e atrevo

pen~ar

en el. Porque si Dios no acude

desde el cielo en nuestro socorro de un modo maravilloso, paré–

))

cerne ver al mundo en tero amenazado de

una

ex~rema

barbarie;

no permita el Señor que dentro de poco conozcan nuestros hijos

que esto ha sidd un verdadero vaticinio mas bien que una

simple conjectura (2).

Parece increíble . lo que testifican los

discípulos de esos famósos patriarcas :

Nosotros

los protestantes

(decía Anclres Muskulus), hemos cambiado hasta nuestras ·dis–

posiciones naturales : somos humanos, beneficos

carítativos

los unos con los otros, poco masó menos como las bestias feroces

en los bosques (3 )

Tanto

entre los ]Jastores

(añadia Sebas-

tian Frank). como entre las gentes del n1undo, no vereis mas

que avaricia, egoismo y rapacidad (4).

La corrupcion ha

llegado á su último

t(~rmino

(era cristoval Fischer el que hacia

esta confesion), todas las especies de pecados, de vicios y torpe–

))

zas nos han inundado, cual diluvio, hásta el punto, que muchas

personas rw saben ni aun distinguir el vicio de la virtud, ni el

(:1.) Obras... ,

Ser1non

15o3. -

(2)

En el calec·ismo de Ginebra.

(3) Citado por

Aug. Nicol.

Dtt

Pl'otestantisme,

lib. Hl, c.

Y. -

(4)

Frank's

(Jh¡·onil~¡

pag. 262.