Previous Page  318 / 392 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 318 / 392 Next Page
Page Background

CAPITULO

XIV

VeJJtajas iudi viduales de la

Confesion sacramental.

La tendencia del hombre hácia el mal data desde su

adolecen~ia:

es un gérmen corrosivo

y

dcletereo que, heredado con la sangre

del primer Padre prevaricador, ejerce una accion tan constante

y

tán nociva en su ser moral desde su formacion qu·e principia por

debilitarle

y

acaba con desordenarle

y

destruirle. Veis

á

ese jóvcn

cristiano? Formado en la virtud desde la edad pueril por la educa–

cion

y

la religion, prescntab:1 en su frente

y

en

su conducta la

imágen de

la

moralidad

y

la felicidad. Sus dias eran una risueüa

y

deliciosa primavera, que hacia broLar en el jardin virginal del

corazon las bellas flores de

la

paz de la conciencia, el consuelo espi–

ritual, la docilidad

á

la obediencia, el an1or y aplicacion al estudio

y cierta propension

á

la pr3ctica ele todas las virtudes cristianas y

sociales, que

á

mas anclar hubieran producido los mas esquisitos

y

sazonados frutos.

Mas, ay! este jó,rcn Ü1ocente, que formaba la delícia

y

la es–

peranza de la familia y la sociedad, se vé en la necesidad de ro–

zarse con otros jóvenes del mundo; se lanza

á

los entretenimientos

juveniles sin el menor recelo

y

precaucion; el genio del mal, que

todo lo invade, sopla

á

su oido,

y

arroja en su corazon una chispa

incendiaria; se despierLan y excitan las pasiones, le ílusionan los

objetos·halagueños que le rodean; é impulsado por la seduccion se

arroja

y

comete el primer pecado :

<<

¡Cuán amargo es el

fru~o

que