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aflige, embaraza, confunde, entristece
y
atormenta mientras que_
se hace ; mas así como las nauseas
y
las crispaturas de ·nervios que
experimenta
~l
enfermo bajo la accion de los medicamentos se
convierten en calma y en alegria, cuando recobra por esto medio la
salud del cuerpo ; de la misma manera, la pena, las palpitaciones?
los temores
y
el trabajo que se sufren al confesar los pecados? se
convierten en un gran gozo interior cuando por este medio se ha
J
.
recobrado la salud del alma . El hombre que acaba de confesar sus
1
culpas
y
de recibir la absolucion., se siente libre de una pesada
carga que le abrumaba su corazon. El tormento de la confesion se
parece, dice San Isidoro,
á
los dolores del parto, de los que la ma–
dre se olvida, par entregárse al mas puro gozo, cuando ha dado
á
luz
á
su hijo :
unt dolores parturientis,
fructun~
gaudii afferen-.
tes
(1).
»
La confesion es la verdad., objeto adecuado de la razon,
Y.
blanco
de todas sus investigaciones. Al hombre no le es permitido enga–
ñarse
á
sí mismo, ni
á
su hermano, ni
á
la sociedad, ocultando en
su seno ·lo que :no puede ocultar
á
Dios. Vendiendose en público
por un hombre honrado
ó
por un Sarlio, siendo en realidad un pe–
cador
ó
un criminal, seria erigir en principios de moralidad la
mentira, la ficcion, la hipocresía. Habló como un gran sábio quien
dijo :
«
Puede asegurarse hasta cierto punto que todo el que no
se confiesa, es hipócrita, ó al menos culpable de una ocultacion de ·
verdad. Seria necesario, si fuere p_osible, que toda nuestra vida
y
hásta nuestros pensamientos fuesen trasparentes, y que nosotros
fuesemos de cristal : entonces nos hallariamos en un continuo es·
tado de confesion pública; pagariamos la deuda que tenemos con
la verdad
y
la sociedad,
y
quedaría restablecida la santa armonia
que deberia haber entre el pensamiento
y
la palabra, entre cada
alma
y
la gran·sociedad de las almas (2).
>>
Es muy puesto en razon
(:1 ) Conferencia :18,
La Confession sacr.
-
(2)
Augusto Nicolas,
Estudios fil{lsof.,
cap.
XVI.