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292-

sana razun en la c7Jnfesion auricular?

Lo que

ha~

en esta')

á

pri–

mera vista, de mas chocante

á

aquella -

la remision de los peca–

dos por ciertos hpmqres,

que ya

á

los judíos les parecía una blasfe–

mia') es cabalmente lo mas razonable. Nada mas filosófico que con–

ceder

á

Dios la facultad de s'er representado en la tierra por una

persona excogida por él, y que esta sea su vicegerenle ó delegado

que haga sus veces y obre en su nombre lo que él det-ermine; puesto

que

á

nirigun hombre se le niega esta facultad. Pues bien : nada se

le ha probado

á

la razon con mas evidencia que esta deleg'acion, Y

vicegerencia. La investidura y la mision de perdonar los pecados

ó de retenerselos

á

los pecadores

á

consecuencia de su cqnfesion')

conferida por el Hombre Dios

á

los Sacerdotes de su Iglesia, es tan

evangelica') tan historica, tan lógica y positiva, que la razon se ne–

garía

á

sí misma') si pretendiera rechazarla (1). Por lo que nunca

el Dr. De Sanctis ha sido mas inconsecuente, nunca ha proferido

un absurdo mas impío, nunca ha empleado sofisma mas grosero?

que cuando se expresó en esta forma : << .El discurso de Jesucristo

»

debe ser verdadero en todas sus partes : bien pues; él antes de

»

estas palabras')

á

quienes hubieseis perdonado los ,pecados en lct

»

tierra') perdonados los serán en el cielo,

dice-

como el Padre me

»

enviú, así tambien Yo os envio :

mas corn"o el Padre nó mandó

á

»

Jesucristo para escuchar confesiones

y

así absolver

á

Jos pecado–

>

res; ... así diciendo

á

los discípulos

como el Padre 1ne envió, así

>>

tambien Yo os envio')

excluye de ellos enteramente la potestad de

>>

a?solver

los · pe~ados

·por ]a confesion, y excluye de los cristianos

»

la obligacion de confesarlos· al sacerdote. Luego ]a contesion au–

»

ricular es opuesta

á

la sana razon

(2).

»

Este razonamiento es

sorprendente; por manera') que segun él') era muy razonable y

equit,ativo que Jesucristo y sus sacerdotes perdonasen ó retubiesen

ciega

y

despoticamente

los pecados

á

quien se les antojára') .aunque

(i)

Vease el cap.

vr,

cte., de esta. obra. -

(2)

Ensa,yo

1

e.

Yf,

p.

o4 ,..,-

55.