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osada temeridad. No hay Doctor, no hay teologo ¡omano
ele
'F.lues–
tros siglos
modernos~
que oon mas expresion
y
·r·epeticion ·haya pro–
bado la
institucio~
divina, los .elemente>s, la neces-idad y-la-s venta–
jas del santo sacramento de la Penitencia, que este oraculo cl.el
siglo xn : extienda el curioso una mirada á los luga-res de la
~oita
(
1).
Lea siquiera
el
capítulo doce del li·bro
De ·la nueva milicia,
dedi–
cado
á
Hugon prior de los religiosos llamados
M·ilites Templi.
En
él verá una instruccion dada por San
Berna1~do ~á
Jos '8-acerdGtes
para la débida
y
ú.til administracion del sacramenttl de Ia ·Ctlnfe·
sion.
¿Quid de Bethphage dicam, viculo Sacerdotum, ubi et
coNFES–
SIONIS SACRAl\iENTUM,
et sacerdotalis ministerii
mystei~ium
con–
tinetur?
Alli sigue probando la necesidad y las circunstancias de
una buena confesion,
y
en seguida da á los Sacerdotes, entre otros,
estos documentos:
«
Los sacerdotes ministros de la palabra deben
»
proceder con cautela sobre estos dos puntos, esto es, que infun-
dan los motivos de temor
y
contricion en los corazones de los
>>
penitentes con tal moderacion, que no les cause un terror, que
>>
los aparte de confesar todos su,s pecados: sino que ·les ensanchen
>>
de tal manera el corazon, que no les tapen la boca; como 'ta·m–
»
poco deben absolver al penitente aunque compungido, si no ha
»
hecho su confesion integra {2).
>>
En el
Sermon del santo día de
Pascua,
predicado mas de 80 años antes ·del Concilio de Letran
bajo Inocencia IH, hace mencion San Bernardo del
prertepto
~ de
confesarse .en Z.a Cuaresma
y
de comulgar el diu de la Cena del
Se11or
ó
en la
Pascua~
precepto que el santo Doctor :(Io ·mismo que
S. Inocencia
1
y
S. Juan Crisostomo en el siglo v) lo hace ascender
á
la época de los Apostoles,
y
dice que en su tiempo lo cumplian
(l) Veanse los 28 lugares eh que S. Bernardo habla de la Confesion
en
'Jos 'dos
primerostomos, de sus obras indicadOs en el tit.
Confessio
del índice. -
(2)
e<
Quatn–
obrem ministros verbi Sacerdotes caute necesse est ad utrumque vigilare solli–
citos, quo videlicet delinquentium cordibus tanto moderamine verbum timoris et
contritionis infligant; quatenus eos nequaquam
a
verbo Confessionis exterreant;
sic corda aperiant, ut ora non obstruant; sed nec
ABSOLVANT
etjam compunctum,
nisi viclerinL el confessum.
»
Oper.,
tom. TI.
Pa.ll'ol.,
GLX1"Xlii,
eol. 2H.