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tienes que decir de mi? - De
tí~
contestó, naj.a sé enteramente;
»
pero de tu compañero algo sabia esta mañana. -
Veis, dijo
»
entonces el Santo
á
l~s
circunstantes, veis cuan eficaz es la con–
»
fesion sacramental, que hace olvidar al demonio de nuestros
»
pecados, que antes tenia en su memoria 1
»
Y por fin libró al
paciente de tan tiranica esclavitud (
1).
Si quisieramos exhibir la nomenclatura de los Confesores de los
Reyes y Príncipes de este siglo x1, recordaríamos
á
Fridebaldo_,
abad del monasterio de S. Afra, confesor del rey y emperador San
Enrique 11 (2);
á
Arnulfo abad
carmitens~,
padre espiritual de
Ricardo Il, príncipe de Normandia (3);
á
'Gerardo
y
Arnoldo, con–
fesores del martir San Canuto, rey de Dinamarca
~4);
al Cardenal
. San Pedro Damian, confesor de la reyna de Germanía, Ignés,
cuando estubo en Roma (5);
á
San Anselmo de Luca, director de
Matilde princesa
ó
duquesa de Toscana
(6);
á
Estevan sacerdote de
la diocesis de Orleans, confesor de Constanza,
~sposa
del rey
Roberto
(8);
y
á
otros tantos, que registran las historias. Estos
Santos y piadosos Príncipes hallaron en la frecuencia de la confesion
sacramental, en vida la moderadora de sus costumbres, y en
muerte la pacificadora y consoladora de sus conciencias.
Llegamos ya al siglo xn, que se enlaza con la época del Concilio
general
IV
de Letran? en que segun la impostura protestante apa–
reció y fué instituida y preceptuada Ja confesion auricular de los
catolicos. La historia de este.siglo, en que la sociedad
á
merced de
la predicacion evangelica y la frecuencia de la confesion sacramen–
tal renacía de entre las
tinie~Jlas
y la corrupcion de la edad media,
formaría de por si
so.laun gran volumen. La doctrina catolica
acerca de este santo sacramento era enseñada por escrito
y
de
(i) Bolland. die
26
Mart., t.
III,
p.
68~.-
(2)
Ann. Bened.,
t.
IV,
pag.
27!. -
(3)
Ann. Bened.,
t.
IV,
p.
202.-
(~)
Bolland. die 10 Jul., p. 179 . -
([;)S. Petr.
Dam. Opuse. o6, c.
VI ;
et
Ann. Bened.,
t.
IV, pag. o68. -
(6)
Ann. Bened.,
srec.
6}
toro.
II, pag.
~7L-
(7) Gaume, en el lugar
citauo.