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cler? secular, se h!hian hecho ac.reedores
a
él por la santidad de
su vida. Mas este error, condenado por el pr?pio autor de ese
documento, babia sido rebatido antes de su aparicion por
San Anastasia Sinaita
y
San Juan Damaceno (1),
y
lo fué
posteriormente por muchos Doctores
y
Prelados de la misrua
Iglesia griega (2); así es que solo pudo hallar eco en .la gente
ignorante.
La tempestad exterminadora que se levantaba
á
príncipios de
este siglo
IX
en la provincia gotica de la Francia contra la confe–
sion sacramental, vino
á
ser una lluvia benéfica, que la hizo mas fe–
cunda; Los Prelados de todas las dioceses excitaron mutuamente su
celo en los 'concilios
y
estimularon el de sus presbíteros
á
la en–
señanza de la doctrina catolica
y
al ejercicio de su ministerio en oir
las confesiones de los fieles. Apesar de las restricciones del Concilio
parisiense, los Papas, los Reyes,.
y
los mismos Obispos llam.aban
á los monjes sacerdotes en su ayuda para la grandiosa obra de .mo–
ralizar los pueblos por la frecuencia del santo sacramento de la
Penitencia (3). En este y en los siglos consecutivos lÓs emperadores
y los princípes sacaban de los Monasterios
á
los sacerdotes mas
santos
y
mas sábios para ser sus directores. Cario Magno, tan
grande
á
todas luces como su nombre, tenia por confesor
á
Hilde–
brando antes Abad
y
despues Arzobispo de
Colonia(~);
Luis ·el
Piadoso, ta·mbien rey de Francia y emperador romano, se confe–
saba con San
{\.nso~ino,
su
Padre espiritual
(5); el el siglo x el
emperador Oton tenia por su confesor
á
S. Oldarico, Arzobispo de
Augsburgo
(6);
Oton 11 se confesó en Roma con el Papa (7);
Edelredo Rey de Inglaterra hacia sus
confe
~ion.esal célebre Abad
.Dunst,ano (8); la Emperatriz
San~a
Matilde, esposa de Enrique I,
(i)
Loco supra citat.; et S. Joan. Damas. Lib.
De HG3res.-
(2) Vid.
Patr.ol.,
ibid.,
col.
909.- (3)
Ann. Bened.,
tom. II, lib. XXVIII, pag.
387.-
(4) Gaume,
Catee.
de Persever. lec.
39. -
(5) Bolland. die
1.3
Mart., tom. 11, pag.
323.-
(6) Gaume,.
en el lugar citado. -
(7)
Ann. Bened. ,
tom. IV, pag.
1.6, -
(8)
Ann . Bened. ,
t.
1JI, p. 49L