indirecta del delito que la motivabá, se imponía
nHty
rara vez,'
y
solo cUando debia repararse un escándalo público eoil tal ejemplo
edificante,
ó
por ser la
enfe~medad
desesperada
y
casi incorregible;
.Í\
que cuando Origeneshabla de la
confes~on
á
Dios_, se refiere
á
la
que se hacia en secreto al Sacerdotes en la presencia de Dios,
Con–
fiteor Deo, et tibi Pater
(
1);
ó
de la confesion hecha en la oracion
á
Dios en preparacion para la sacramental el Sacerdote, que era la
preceptuada
é
indispensable para impetrar la remision de los pe–
cados. Juzguen ahora nuestrqs lectores de estas palabras de nuestro
antagonista.-« Aquí Orígenes habla de un pecado en singular, no
»
de la confesion de los pecados : aqui no se habla de confesion
>>
al Sacerdote.
»
Nosotros empero en vista de todo lo expuesto
deducimos en ultima consecuencia,
ó
qae el Dr. De Sanctis no
había leido
á
Origenes,
y
por consiguiente hablaba de
ignoránte;
ó
que si estaba orientado en su
doctrin~.,
procedía de
impostor.,
haciendo entender
á
sus lectores lo contrario de lo que Orígenes
enseñaba;,
y
se practicaba en la primítiva Iglesia.
Con respecto
á
San Dionisio Alejandrino que murió por los años
de
26a,
sentimos que las vicisitudes de los tiempos nos hayan
privado de las preciosas obras que escribió) particularmente los
cuatro libros sobre
la Penitencia,
que recuerda San J
~ronimo
(2).
Sin embargo, Eusebio de
Ces~rea
en su historia ecles1astica nos ha
conservado un retazo de la Epístola de S. Dionisia
á
Fabio obispo
de Antioquia tambien sobre la
Penitencia,
en el cual refiriendo
la historia del penitente Serapion que babia llamado al Sacerdote,
con quien se habia confesado, para que le administrase el viatico,
(!)En dicha homilía 2 sobre el salmo 37, despues que ha dicho Origenes:
«
Qui
»
pro peccatis suis confitetur Deo, et animo dolet dum pi:enitet,
prosigue:
Ipse se
>>
ad exomologesin peccati s,ui mrero!'cmqne convertit;
»
y despues añade ;
«
Tan–
»
tum modo circumspice diiigentius cuí dobeas confiteri p_eccatum tuum. Proba
,, prius .Meclicum, cui debeas causam languoris exponere.
»
Y
en la homilía
17
sobre el Evangelio de
S.
Lucas, dice :
<<
Si
revelaverimus peccaLa nostra, non so–
»
lum Deo, sed
et
his qui possnnt mederi vulneribus nostris atque peccatis, dele–
»
buntur peccata nostra·. -
(2) S. Ilier.
De virís íllustr.
c.
LXXIX.