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Si el pecadnr confiesa sus pecados al Sacerdote como conviene,
segun Santiago_, le serán perdonados
(
1),
La Iglesia Romana como
principal depositaria de la doctrina evangelica
y
la tradicion apos–
tolica, la reproducía especialmente en el siglo
vi
por su jefe
y
doctor universal el Papa San Gregorio Magno, en esta forma :
«
Oculta17 la iniquidad en el seno
(de que habla el Espíritu Santo),
»
es tenerla oculta en los repliegues de la conciencia,
sin que–
))
rerla manifestar por la Confesion,
sino mas bien encubrirla con
»
la escusa. Contra lo cual decía Santiago :
Confesad vuestros
))
pecados uno á otro
(Jacob. 5,
16). -
Son_pues los santos pre–
))
dicadores (los Apostoles), los que condenan los pecados, pero
))
reciben la confesion de los pecadores, que predican, diciendo :
))
Confesad vuestros pecados uno
á
otro:
y
rogad mutuamente para
»
que seais salvos
(2).
»
Es tan claro
y
terminante, relativamente
á
la confesion
á
los
pre~biteros,
el texto de Santiago; se generalizó
tanto en las naciones la tradicion apostolica eerca de su legitima
inteligencia, que ni el transcurso de los tiempos, ni la diferencia
de las capacidades pudieron variarla. El venerable Beda en el
siglo
XIII
se complacía en consignarla en la
Exegetica genuina
que
hizo de esa
Epistola catolica.
«Es pues evidente (asi concluía), que
»
si los enfermos se hallan en pecados
y
los confiesan
á
los Presbi-
dura et
laboriosa~
per Prenitcntiam remissio peccatorum, cum lavat peccator in
lacrymis stratum suum, et fiunt lacrymcc suro panes die ac nocte, et cum non eru–
bescit
SACEROOTI
Domini
indi~are
peccatum suum, et qurerere medicinam, secun–
dum eum qui ait :
Pronu,ntiabo adversum me injustitiam memn Domino, et tu
~·ernisisti
impietatem co1·dis mei.
In
quo
impletur et illud quod Jacobus Apostolus
dicit :
Si quis autem
infirmatur~
vocet P1·esbyteros Ecclcsice.... Confitemini ergo
altendrum peccata veslra,
etc.
>J
Origen.
homil.
2,
in Levit. Patrol. grcec.,
t.
m,
col. 3Mi. -
{i)
Homil.
9,
in cap.
VI
Epist. ad Hebr.
-
(2)
«
In sinu iniquitatem
celare est hanc in conscientiro latibulis
occultare~
nec per confessionem detegerc,
sed per defensionem velare. Quod contra Jacobus dicit :
Confilernini alterutrwn
peccata vestra, et o·rale pro invicem ut salvemini.
Jac.
v,
v.
16.
»
S.
Greg.
l\'1.
JYioml.,
lib. XXII, c. 15, ·n. 32. - Quía ergo prredicatores sancti peccata dam–
nant, confessionem vero peccatorum approbant, dicentes :
Confiternini altenL–
trum, etc.
(Jac. v, v. 6). Idem, S. Greg.,
l\f.
HomU. in Evang.,
lib. II,
Hmn.
40,
n. 2
Pat1·ol.,
tom. LXXVI, col.1303.