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manifestasen por
la confesion? b
Cómo pudieran formar un recto
juicio de su arrepentimiento y proposito de la enmienda, . en que
consiste la
verdad~ra
penitencia, sin la cual,
segun el oráculo
evangelico,
todos perecerían sin remedio
(
1), si aquellos no loma–
nifestasen por la humilde, integra y dolorosa acusacion de sus
crímenes y miserias? ¿Proceder sin tino .y sin conocimiento de la
causa, no seria un delirio?
Por estas sencillas reflexiones, que brotan del texto de los Evan–
gelios, queda confundida la temeraria osadía del
Dr.
De Sanctis,
quien, prosiguiendo el tema protestante, se expresa así:
o:
Los
pa~
»
sajes de la santa Escritura, que la Iglesia romana usa en prueba
»
de su confesion,
tJara nada
sirven en apoyo de su causa, y en–
»
tónces la confesíon de los pecados que ella ordena,
no tiene (un–
»
damento en la palabra de Dios ...
Si la confesion á un sacerdote
»
fuere necesaria, Jesucristo habria dicho -
si vosotros perdoná–
»
reis á vuestros hermanos, y confesáreis á un sacerdote vuestros
»
pecados, obtendreis de ellos el perdon. Jesucristo, antes de subir
)1
al cielo, en el último discurso que hizo
á
los apostoles, les habló
»
de
la muy interesante doctrina de la remision de los pecados, como
)
estaba enseñada en las Escrituras,
de las que nunca quiso
sepa~
»
rarse. Entónces era la vez de hablar de la co.nfesion como con–
»
dicion necesaria para el perdon; pero lejos de eso dice (las
palabras que llevamos citadas, relatadas por S.
Lucas~
cap. 24,
».
vv.
46
et
47).-
Y aqui debemos notar que no habiendo, en
»
este lugar,
especialment~
hablado de confesion, debe entenderse
»
que la haya absolutamente excluido; puesto que siendo los últimos
»
recuerdos que daba el Salvador á sus discípulos, no puede su-
(1)
Luc., c. xm, vv. 3 et
o.
-Todos los Santos Padres convienen con S. Gre–
gario Papa., que
Pmnitentiam age1·e es perpetrata male plange1·e; et plangenda non
peTpelra1·e.
S. Greg. M.
Hom.
34,,
in Evang.
Lo que concuerda con lo que decía
S. Pablo á
los Corintios :
Gaudeo quía contristati estis ad pcenitentiam... QuaJ enirn
secundum Deum tristitia est, pmnitentiarn in salutem opeTatuT.
2
CoT.,
c. vn,
vv.
9
et 10.
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