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las otras,
cre~mos
que esta última forr:nuia de absolucion sacrameno
tal, en la sustancia tambien indicativa, 'se empleaba solo e.n la con–
fesion secreta, pu-esto que se habla. en numero singula.r, y los
penitentes publicos se
reconciliaban con la Iglesia
ordinariamente
en gran m¡mero. Como quiera, esos documentos son irrefragables
en
fa~or
de la existencia del santo sacramento de la Confesion. Que
esta confesion hubiese sido
á
veces pública y otras secreta,
y
q~e
la
absolution sacramental hubiese seguido este rito diferente, y que esta
absolucion sacramental hubiese sido
y~
absoluta, ya deprecativa,
siempre existía el mismo Sacramento, siempre era necesaria la con..
fesion, siempre debía intervenir el sacerdote para absolver los pe–
cados. Era de desearse, que el señor calvinista Daillier
y
el
Doctor De Sanctis hubiesen hecho un estudio mas profundo en las
obras de los Maestros de la doctrina evangelica
y
una investiga_–
cion mas diligente de los monumentos penitenciales de la antigüe–
dad
á
fin de no afrontar injustamente
á
la Iglesia catolica un
defecto, que es la enseña característica de su bandera de rebelion
· -
la novedad
y
la variacion.