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más
autorizados,
nos oft·ecen cada día
otros casos, numerosos
y
ciertos, de tu–
mores, de llagas, de enfermedades or–
gánicas, sanadas e.n Lurdes?
(Anales
28
Feb.
1894:
pág.
305.")
En otro lugar el mismo sefior Boissa–
rie agrega: "E'n Lurdes, vemos curarse
las llagas; y, por
él
contrario resistiil·los
desórdenes n.ervi,osos más sttperíiciales:
y las personas neurót:icas, qtl!e viniesen
acá simplemente para curarse en Lur-
. des, se equivocarian w.ucho. (Anales
31
May.
1894
pág.
37".)
Dijimos ya que el .año pasado,
1893,
en las primeras semanas de las grandes
peregrinaciones, se anotaron en la ofici–
na médica setenta procesos verbales de
curaciones. Ahora bien, sobre los seten–
ta casos, sól0 seis se refieren á enferme–
dades nerviosas: diez
y
seis son de tisis,
dos de cáncer, once de caries
y
tumores
blancos, siete de atrofias musculares,
l
asi los demás, etc.
(Loe. cit.
30
Abnl
pág.
10.)
XVII
· ¿Qué fe es esta de tener que sanar, ó
autos.u}estión
que él exibe como opera–
dora del milagro?
N
o es otra cosa sino
la persuación íntima que una persona
por ímpetu y esfuerzo de la fantasía in–
sinúa en si misma que sanará. Es pues,