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- 28-

siendo el n.mor

á

la humani<la,d el principal símbolo del Catoli–

cismo

&n

lo que atañe al órden moral

y

en lo que concierne

á

las

r eln.ciones de los hombres cutre sí, es tambien la base de la ver–

dadera libertad.

YELA lU

QrI~TA.

¡~oeli e'

¡oRc·mn noehe! El silencio pavoroso interrumpido

por el

trne110.

y

por l\li; lamentos de los que sufren, completan

lct tristeza de mi eorazon: Lambien el cielo se conjura contra

l<t tierrn; el nnhln,clo crece',

ht

tompost,id se aproxima, el sue!'10,

dulce interrnlo en hs fatiga,s de los hombres, huye de

los ojos,

la cuna en que se cria

la

esperanza de las casas, se inunda en

lhmto ...... toclo tiembhi eomo hi 110jn. del árbol agitada p0r el

viento. No lmy lwrnbrc qne no se creti mortn.1

en este

in11tan-

1.c......¿.vendrán acaso mi.

.; amigos? ¿les espant¡trá este horrible

n.parnto que la naturnlezrt les ofrece? ...... ¿si será del criado que

los n.compitna

<tquella.

lu z

trémula

y

triste que descubro en

lontanan:rn? ... ...

~mya.

PR.

J•;/i.~eo. -"Diol:l,

patria

y

liberbd:" era, mis queridos anú–

gos, la ensena ele nuestro. antepasados, pero la. liberta.d tal cual

se interpreta c•n nuestros clias forma mas tempestades en la

sociedacl, que esas nubes en

c•l

a.ire.

011illa111n. -Es

cierto que en nueRtros clias se ha. sustituido

el prineipio clcl egoir:;rno cl.l principio de la abnegac:ion , se ha

trasformarlo ln, cos;t puhlic<t eu cc}8a, printcla.,

y

así se aniquilan

los clernei1toR eseHeia les d e toda. libertad política .

Oercmlo.- Amigos

mio~.

t.odM debemos alegrarnos porque

la

C\>munr <1l' Pitris en .lnnio de

18fi9.

ha proferid o por boca

<le! eincbcbno Ye1-<inil'l' este r"celente principio: " Nega.1·

á

Dios

es nürrnar al homhrP e:umo nuico

y

Yenlctdero soberano de sus

destinoR; la ncga('ion

c1c

l;t J)ivi11ict Íll os el hombre afirmándose

en Rn fn erza

Y

c•n sn lilwrlo<ul."

l·;/i.~1·0.__:.La

irnlnrnlc-zr.t rl ·

Lt.

co. as las conserva tales cua–

les son.

y

n o porqne

~e

ii iego

á

Di1J'l, e. el hombre soberano,

ni porque se declare inclepcnclirnte. rleja de pertenecerá Dios.

El libertino en m edio dPI mido

y

cli:ipt1cion del di<l. podrá olvi–

lb.r a,l A.ntor del uniwrso ,

Y

tal

Yt'¿

1luchtrá rle hi verdad de su

omnipotenci;i

y

ele R!l

snpr~m

>

domini<l s•Jhre la Yirh

y

acciones

<lPl hombre.

P1'ro 1•n

r•I silc'nci

i

y

trnllrl'1ili1L1.d

,Je

h noche sol•J

Ye

Dios en la naL:lnde:rn: par0celc

!•1 1tli1~c:c»1

H·ntirle

y

E-sc u–

clht.rle

Pn

tocbc;

p:utcs.

y

He ''strPlllt'tt'

J,ajo ,.]

¡JL·-.o

.i ...

la lC'rri–

lilt:

e i11me11-i:l m.1gc,t:l1l

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