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.filosofía, el órclen do los hechos dopemle del órdeu de bs ideas.
El orígen de los tra.stornos sociales que, eu nuestros dias ta.nto
.deploramos está en que, fomentamos el progreso material
y
nos
.oponemos ó por lo ménos <lescuidamos el progreso moral, cuan–
do la verdadera ci:riliza.cion est;í. en el equilibrio de los dos,
y
-aun en la preponderancia
c'lol
segundo está. cifrndo el bienc::;tar
<le los Esta.dos, I orqne las soln.s riquezar; no lu1Cen feliz; podrá.
.el dinero proporcionarnos algunos placere. ó comodidades , pero
'<]_uecla una porcion ele calamidades
é
infortunios que el c1i11ero
no puede borra.r de la fo.z de la tierra, como las afiic.ciones del
alma, los reroorclimientos de la conciencia, la.s enfermedades
d el cuerpo, las malas pasiones del corazon, las funestas incli-
1rnciones ele nuestra Yicictcla natura.leza,y el pernicioso influjo del
€scándalo;
y
las ril1ueza.s léjos de remediar esos achaques mu–
chas veces los fomenta.. Así Yernos que, á la civilizacion mate–
l'ialista corresponde el descquihbrio moral, la multiplicac:ion de
11ecesidades fantíistiü<1s, un lujo deslumbrante
y
corruptor, y por
último la desesperacion
y
el suicidio . Tened por cierto que un
irneblo de libel'tinos se1·á siempre nn pneblo do suicidas, y un
]_moblo de suicidas es siempre un pueblo ele cobardes, pue · que
.el suicidio no os solo efecto ele la de gracia., sino do la cobarclia
ante la desgracia.
Gerar1lo.-A<lmü:o
mucho que calífiqueis de cobn.rdia al
:suicl.dio hal;ienclo ensuúaclo los Stoicos
y
hlac1ama de
Stael
que
es un a.cto ele forLaJeza. haliicnclo dicho Rousseau,
:r
el autor del
libro titutaclo:
Si$tC/ll((
a~
la
llrtfuraleza
que el suicidio es un de–
.r echo concedido al holllbro por la naturaleza,
y
habiéndolo ox–
~usado
11Ionto$quicu, Yolbu·e
y
otros escritores cld siglo pró·
ximo pasado corno un acto indiferente por su natnrale:rn.
Eliseo.-}.i¡l
f'nicidio indica, cloc; cosas: primera profundo
malestar, aburrimiento
y
tecli0 ele la vida.; segunda.. falta abso –
luta de 'irtuc
l, ó sen. de fortaleza moral pan• afr.
m J.r á. este de–
saliento. Al
sni.ci<la le fal :"\. la
fé
y
resignacion
pa.rasopor tar
1o que padece
: la. alrnnc1ancirr
ilt'
11iLJ1cs mn.teri
alc no impide
que 1 homlire sea muy tles.lichn.J.,> cnaHdo le falta. la religion.
El suicidio es una prneba inequíxoca
J e
pusilauimidu,cl.
¿Quién
-se muesti:a mas fuerte Job. Aristidec;, Hégulo, Yanon , Luis IX
)' 0tros que sufren resignados todo el pe ·o ele sus tmbajos.
ó
A–
nibal, Caton
y
Bruto <1ue f.'.e rnicidarvn por no i;otreYiYir á una
c1errola:)
Guillermo-La
templa
nza en los gustos, el resignado su–
frimiento,
111
irnmision cristi
'1.na,no a1ubicionar nada, Yale mas
esto qno i.odas las ril¡nezas
ele Creso, qne las delicia. de Sarda–
uápalo,
y
la opulencia ele
~
-ubncodonosor II. La esta<1fatica do