Previous Page  22 / 132 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 22 / 132 Next Page
Page Background

-18-

ciiísticos, han sido cristianos, Grocio, Leibnitz, Descartes,

New~

ton, Euler, Bacon y otros mil incomparablemente mas sabio

que sus contemporáneos Yoltaire, Rousseau

y

demás incré•

dulos.

Elíseo-Amado

Guillermo, pocleis aiiaclir que la religion

fa.

-vorece

é

influye poderosamente en las gloriosas empresas: ahí

teneis á Vasco de Gama haciendo rumbo á las islas orienta.les,

á J.vfagallanes reconociendo el estrecho que, lleva su nombre,

á

'Colon fijando la cruz en la isla del Sahador á nombre ele ln, rei–

na Isabel, al benedictino Gui d' Aresso reduciendo á sistema el

arte de

1'1.

másica, a.l Papa Yitaliano introduciendo en las Igle·

sias el órgano, que es nna. ürrnncion del Cristianismo; á Rafael de

Urbino, Miguel Ange.1

y

Murillo los mas famosos pintores del

mundo, al pontífice Silrnstre

ll.

construyendo el primer reloj ele

péndola, al francisc!.rno 11.oger Bacon manifestando la compoci–

sion de las póhoras fulminantes, ele los telescopios, de los .bu–

qnes ele vapo

r,

y

ele lo caminos de hierro; al domínico

1i

icente

de.Veauva.is

probando que la ti rra es orbicular, desvaneciendo

las falsas op

iniones del siglo XIII;

á

San Juan Damaceno im–

plaiatando la

eseowstica

en el siglo VII, á San Anselmo arzo–

bispo ele CantorbeTy perfeccionándola, á Hilcleberto arzobispo

·de Tours

y

Pecho Lombardo doctor de París adelantándola ad–

mirablemente;

á

santo •romás en el siglo XII haciendo 'er la

.concordanica que, existe entre la Teología

y

la Filosofía, y pro–

porcionándonos en sus escritos el tino y la precision lógica pa–

ra dilucidar las cuestiones mas abstrusas. ¿Quién los iluminó y

clecoró haciendolos dignos de las honras universales? La Be-

1igion.

GeraJ'do.-Ya

qne no puedo salir airoso en este punto, debo

decir que si la religion hace al hombre sabio, tttmbien lo hace

1Cobarc1e. ·

Ebiseo.-Tertuliano en la apología qu

e, dirigió

á los empera–

dores romau0s, resoh-ió la objecion

que,~

acaba.is

ele hacernos:

"I

osotros, les clecia, ocupamos los palaci

os de lo

s Césares, los

tribunales ele justicia, los alto puestos ele la milicia, y hasta

los mas insignificantes destinos de la república; todo lo llena–

mos: únicamente dejamos los templos de vuertras falsa· dei–

dades

. Y bien ¿quiénes son los mejoi-es senidores del Es–

ta.do?

¿Quiénes son los que mas honran al Cesar?

¿Quiénes

son lo

s magistrados mas íntegros,

y

los guerreros mas entendi–

dos

y

valerosos? Los Cristia

nos.

Si, los criRtianos, porque su

i-eligion les enseña á hacer

\Ot.os

por la salud

y

prosperidad de

lo Césai-es, á ofrecer por ht

saJva

cion_ de su:; almas el sacrifi–

cio de nuestrosaltare ·, aunque el rigvr de sus edictos haga verter