1000001134

95 / 438

-87-
10. Sostiene Belannino, que los obispos no ;·uceden pro–
piamente á los apiJstoles.
"Los obispos no suceden propiamente á los apóstoles,
como un Rei á otro Rei, .sino por el órden episcopal, por
cierta 'semejanza, ó porque asi como los apóstoles eran los
primeros, y despues de ellos los setenta y dos discípulos,
cuando J esucristo vivía en la tierra; asi ahora, baj o del Ro–
man o Pontífice, los primeros son los obispos, y despues los
presbíteros y diáconos &c. Que de este, y no de otro mo–
do, sean los obispos sucesores de los após toles, se prueba,
porque no tienen ninguna parte ele la verdadera autoridad '
a postólica. Los apóstoles podían predicar en todo el mun-·
do, y fund ar I glesias, lo que no pueden los obispos: los
apóstoles pod ían escribir li bros canónicos, lo que no pue–
d en los obispos: los apóstoles tuvieron el don <le lenguas y
milagros, que no tiene n los obispos: los a póstoles tuvie–
ron jurisdiccion en toda la Iglesia, y los obi spos no la tie–
nen . Ademas, no se sucede propiamente sin o á un predece–
so r; y habiendo existid o juntamente en la I glesia apóstoles
y obispos, como Timoteo, T ito, y otros much os, si los obis–
pos suceden á los apóstoles, ¿á qué apóstol s ucedió Tito,
y á cua l Timoteo?" ·
11. Contestase á Belannino.
N uestro Cardenal s¿stiene una novedad con tm e l tor–
rente de los siglos de la Iglesia, dond e siempre se ha creído,
so bre el testimonio de los santos padres, que los obi spos
eran verdadera y propiamente sucesores de los apóstoles.
No se trata de nombres y palabras sino de cosas, ó del po–
der concedido por J. C. á los primeros pastores ele su Igl e–
sia, que debía con tinuar por muchos siglos. Si el ministe–
rio ele esos primeros pastores, que se llamaron apóstoles, no
ha desaparecido, en algunos ha de encontrarse; y si no es
en los obispos, dígannos los de la Curia ¿donde está? Si el
primer grado de la j erarquía, establecida por ordenacion
divina, es el episcopado, el poder que le está anexo, debe
ser el que tuvieron los apóstoles; y no habiéndose pu el
a postolado en grado superi or al episcopado, resulta el–
episcopado es el apostolado.