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Q
E l Papa Juan
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d espucs d e haber escuchado lgs
j emidos de Leontardo,
á
quie n el Obis po de \'\' idon le ha–
bía impuesto fu ertes penitencias, lo hizo volver d onde s u
Obis p o con recomcndacion. p ara que le tratase con ma s in–
dulgencia.
U n
Obispo •miversal habría pod id o proceder
de otra manera.
3.
A hiton, Obispo de Basilea, e n el siglo
9 .
0
promul –
gó varios capitulares, y en el
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asi d ecia-"ning un ecle–
siiistico d ejará su Iglesia, para ir
ú
Roma sin el p ermi so de
su Obis pb, y nadie le recibirá sin este requi sito en la comn–
nion de que estuviese su spendido; y si tal suced iese, nada
le valdrá la comunion ó la ord enacion. Los fiele s que quie–
ra n ir
á
Roma por devocion, sepan que antes de pa rtir, han
de confesar sus peca dos, porque deb e n ser ligados
ó
d esa–
tados por su propio Obispo, ó por su sacerdote, y no por
un
estraño.
4·. En el mi smo siglo 9.
0
h ubo desavenencia entre
el
Papa Gregario IV y los ob ispos franceses, y como estos JJa–
bian tenido temo1·es por la venida del Papa, y le habían h e–
ch o presente, que " lejos ele contar é l con .sus Iglesias, le
serian contrarias,
y
nada pod ria hacer
ó
disponer en ellas,
ni excomulgar
á
ning uno contra la voluntad de sus
obi~pos," lejos de alegar el Pontífice su obi pado universal, ó d e
contradecir abie rtamente, como lo hizo mas de dos sig los
despues Grega ri o VII, les r econviene mas bien, porque le
amenazaban, cuando "traía una legacion de paz y unidad :
que no puc\iendo nadie separar
a
los miembros del cuerpo,
cuya cabeza es J esucristo, si ellos intentaban separarse de
este cuerpo, perma necería siempre en todos los fi eles la uni–
dad d el es píritu. " !..os curialistas de en tó nces no supieron
decir mas; y si los de a hom quiere n esplica r p or sus actua–
les pretensiones la epístola del P a pa Gregario
lY,
les opon–
dremo· e l texto literal.
5.
A rison, Arzobispo de :Maguncia, celebró en S al–
g un. tad un Concilio con otro¡; obi•pos el año de 1021!, y eu
sus cánones se leen los d os sig uientes-"ha decre tado
el
Santo Concilio, que ning uno vaya
á
R oma sino con licencia
de su obispo ó su vica rio."-"Porque muchos engañados
por su necedad no quieren recibir de sus sacerdotes la pe–
nitencia por alg un crímeu capital, confiados en <1ue yend o
(j