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Matilde, tan devota <le la Santa Sede, le dejó en testamento
sus estados, que en la mayor parte componían, lo que propia–
mente se llama
patrimonio de San Pedro
en los estados del
Papa. Pero el emperador Enriqu e
V
tomó posesion de ellos
consiclerandolos- como feudos del irnperio.
13.
Sucesos posteriores.
En otra parte hemos hablado de la intervencion ele los
emperadores en la eleccion de los Papas, confirmandola.
Desoe el avenimiento entre el Papa Calixto
11
y el E
m
pera·
tlor E nrique
V
dejó de pedirse la confirmacion; de lo cual
sacó gramles ventajas el poder político del Romano Pontí–
fice: pero esta ganancia no bastaba para decir, que él fuese
soberano de Roma,
y
que dejáran de serlo los E mpe–
mclores. Cuando el Papa Adriano
IV
reconvenía al Empera–
dor Federico l¡Jorque "no g uardaba la reverencia debida&
San Pedro y su sucesor; y exijía fid elid ád y homenaje
á
los
obispos que eran hijos escelsos
y
dioses," le elijo el príncipe
en .contestacion, que " regist•·a se los anales de la historia,
para ver si cuanto tenia el Papa, no lo había- recibido de la
liberalidad de los príncipes: que si los dioses tenían dere–
chos y posesiones temporales del Emperador, era consiguien·
te que le prestasen homenaje, sig uiendo el ejempln de Je·
sucristo yue pagó tributo al Cesar por sí
y
por Pedro;
y
que
ó le devolviesen sus regalías, ó si las conservaban por series
utiles, pagasen al Cesa r lo que le pertenecía." En otra oca–
sion decía el mismo Emperad or al mismo Papa-"no puedo
entend er, como llamándome
y
siendo Em perador Romano,
a penas tenga la apariencia de dominio, llevando un nombre
sin sentido,
y
careciendo de poder en la ciuda'd de Roma."
Baronio ha conservado el documento el e la legacion, que an·
t es enviára el citado Adriano á Fede rico, en la cual los co–
misionados reconocían á este por Emperador
y
Señor ele Ro·
ma
y
del
munclo-salutant vos clerici, unive1·sique canHna–
les, trnnr¡uam dominun et impcratm·em VJ·bis et m·bis.
14·.
Cesion del EmpemcloT Cm·los IV.
Quien dió golpe mortal al poder de los Emperadores,
fné el Emperador Carlos IV para llegar
:i
serlo con la pro-