~320-
Por último,
y
llamamos la atencion de los propios curia–
listas; el empeño de uní •· estrecha é indisolublemente el P a–
pado con el señorío temporal, espone al primero á correr la.
suerte
y
los inconvenientes de este; á que haciéndose od ioso
el Príncipe, lo sea tambien el Pontífice
á
causa de ser Prín–
cipe;
y
á
qu e, j eneralizando la espresjon,. ó pasando de la
persona
á
la idea, se aborrezca
y
menosprecie al Papa
y
á
la Iglesia de que es P rimado, á vista de la much edumbre
ele males que le atrajo la inesplicable temeridad de presen–
tarlo coronado'. Mediten en este pensamiento los de la Curia.
17.
A,·g umento
á
f avor del p rincip ado del Papa.
" E l Romano Pontífice
no
tendría indepenrlencia
y
liber–
ta d para
el
desempeño ·de las fun ciones de su primado en
toda la Iglesia , si estuviera suj eto á un Príncipe temporal.
Si
fuera súbdito de alguno, sería de temer, que los otros
tuviesen difi cultad en reconocerle,
y
que fuese n frecuentes
los cismas. P uede ereerse, que por un efecto particular de
la Providencia, sea el Papa señor de un estado, para no ser
fácilmente oprimido por los otros soberanos."
18.
Contestacion.
lVIucho se necesita para decir en casos particulares, que
tal ó cual
ha sido el designio de D ios.
Solo D ios conoce
sus arcanos; y la teología misma ha tenido que distinguir
en ellos-
lo que D ios
quie,·e,
y
lo que D ios
permite.
La
h umana intelijencia tiene otros caminos para discurrir, por
ejemplo, comparando los designios manifiestos de Dios con
otros designios esplicados, y á veces en contracl iccion, por
los partidos, pretendiendo cad a uno traerlos
á
su intento.
A unque no siempre podamos conocer, cual haya sido el
desig nio de Dios, podemos conocer, cual no haya sido.
Desenvolvamos el pensamiento al caso de que se trata.
Consta d eLE vange)io y de los escritos de los A póstoles,
que el Salvador quería que sus discí pulos no empleasen el
fimsto
y
la dominacion de los Reyes: que no se embaraza–
sen en los ne,gocios seculares,
y
que hiciesen alin·de de la
Crnz
en toda la srgnifi cacion de esta palabra. D igan aho–
ra de buena fé. los de la
C~t·ria,
si un Reí-Pontífice prescnt<t