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ni tenido por objclo defender
y
amplilicnr la autoridad d e
los Romanos Pontífices.
Z. Decreíafes autenticas de antiguos Ponlifices.
Nadie puede negar la autenticidad de varias epístolas de
iintiguos Pontífices qu e fue ron ant.eriores
á
S iricio, y ellaR
han sido conservadas en los escritos de los
P~c,res.
como las
d e San Cornelio en San C ipri>mo, de San Julio en Sa n Ata–
nasia, ele L iberio en
s~n
Hilarío,
y
de San Dámaso en Teo–
d oreto
y
San Jerónimo. Tambien se conservan epístolas
jenuinas de San Siricio,
y
otros Pn,pas que precedieron
á
Snn L con.
Bien pudo pues es te Sumo Pon tífice haber di–
cho
á
los obispo· de Campan ia, que "observasen las decrc–
tales de sus predecesores;,. sentido tanian sus palabras.
Sentido tenian igualmen te las d e Gclasio, cuando ordenaba
en un Concilio romano, que ''fuesen recibidas con venera–
cion las epístolas decreiales, que los beatísimos Papas de
Roma escribieron en respuesta
á
las consultas que se les
hicieran:" porque fu era de la,; epístolas anteriores
á
las de
San Lean, contaba con las ele este,
y
las de los que le si–
~uieron
hasta el mismo Gelasio.
3.
Decretales apócrif((s: pruebas de serlo.
N
uestr« Disertacion se contrae
á
otras epístolas atribuí·
das
á
Pontífices an terio•·es
á
Siricio,
y
que son bien co noci–
d as.
Se demuestra su falsedad con pruebas incont estables,
de las que mcncionaremos ·algunas- Es rnui estraño, que
hu–
biesen sido irrnoradas dichas epístolas en los siglos inmedia–
tos
á
los en
que
se supch·>cn éscritas: que tratándose en ellas
de materias importantes fuesen desconocidas de los sa ntos
Padres
y
otros escritores eclesiásticos, en cuyas obras no se
encuentra un solo vestijio;
y
que cuando en e l espacio de
siete siglns ocurrieron controYersias sobre puntos ele que
hablaban esos epístolas, no hubiesen sido citadas como
oportun as en tales circunstancias -Es increíble que unas
epístolas, que se suponen clirijidas por los Papas
á
diferen–
tes iglesias, de tal suerte hubiesen perecido,.q ue ni un ejem–
plar se co:1sen·ase en sus archivos; lo que no puede espli–
carsc sino clicienrlo, que jamas existieron- Dionisia .Exi-