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ros se hiciese n id ó neos para recibir las in strucciones c1e
su:
Obis po:
3.
0
por las severas penas con qu e era n amenaza–
dos los que no concurí·iese n al sínorlo, lo que demostr,aba la
imporlancia de su concurrencia, y de la autoridad que
allí
ejercían: 4·.
0
por las quejas que se dirijian al sínodo dioce–
sano centra los oficiales inferiores; qu ejas que no se ha–
brían admitido, si el sí nodo hubiese carecido de pod er para;
juzgar:
5.
0
porque
a
princip ios del siglo X I empezó
á
u sarse una fórmula en que se d ecía, que si el parecer de
los sacer·dotes de segundo órden era mas conforme á los es··
tatutos de los padres, lo sigu iese
el
sínodo, dejando la sen-·
tenCia del Obispo: 6.
0
porque h ai otros documentos don–
de consta, que los estlltutos se , hacía n por autoridad del
sínodo; y porque en un sínodo diocesano de
154'8
se hace
mérito de las palabras de SatT Pab lo
á
los pastores, para:
exh e rtai·l os á que cuidasen <le la grei cristiana."
6.
A ·rgumento en contrm·io,
Se hizo cargo de las razones de G ibcrt el sabio PontH1ce·
Benedicto X IV y sin embargo dice, que " está obligado
lii
·
p e nsar de otro moclo, e·! que quiera apartarse del error de
Ae rio, re novado por Calvino, de q1:1e no hai diferencia en–
tre el Obis po y el presbítero: qu e' siendo dogma cató lico,
que los obispos son sup e riores
á
los
'presbítero ~,
· no sola–
·men te en la potestad de órcleu, si no tambien en la de ju'ris–
diccion1 se sigue necesariamente en fue rza de la potestad
de jmisdiccion, que el Obispo p uede dat• leyes,
á
que los·
presbíte ros quede n ligados, a un eontt•a su voluntad: que·
a unqu e fu é costumbre, y á veces tambien obligaciort,
q.uee l Obispo oyese á los presbíteros, para dar mayoP peso
y
a ut9ridad á su s decretos, no
est~ba
obligado
á
seguir
s~
parece r, fuera de los casos menciona<los expresame nte en
el dm·echo..
7.
Contestacíon~
D jgan francamente los de la Curia, si ¿por que los obÍs–
pos goza-n de sufrajio defi nitivo en los concilios ecuménicos,
d ond e tambien vota y rlefine el Papa, son ig uales á este? No·
lo d-irán. L u ego quienes sostengan, que los párrocos ti_enen
Ql