18.
El sacerdote p1·opio de que ltabló el Concilio, es 1/nica–
mente el pá1Toco.
Pero nuestro Pontífice añade luego, que "nadie tampoco
podrá negar, sin mé ngna de la fé, que el S umo Pontífice en
toda la Iglesia y el obispo en su diócesis, son cada cual
sa–
cerdote propio,
con la facultad d'e oir las confesiones de los
fieles, y de delegarla á otros." N os parece que estmw muí
distraíd o el sábio Benedi cto, al discurrir de esta manet>a:
porque él hablaba, refiriénd ose
á
la sentencia de Lannoy,
quien probaba, que por
sacerdote p1·opio
se entendía
sola–
mente
el párroco, y sostenía, que desde Jesucristo hasta el
Concilio
4·.
0
de Letn111, ningun Concilio ni Romano Pontí–
fice emplearon el lenguaje que é l iinpugnaba. De tal sen–
tencia pues, de la sentencia de Lannoy dijo nuestro Papa,
.qu e nadie se atrevería
á
negarla-nema
id audeat i1¡/iciari.
Y en verdad, si el Concilio trataba de caracterizar al pár–
roco para distinguirle, no había de emplear una palabra que
le fue se comun con otros, con quienes en tal caso se confun–
diría. En el' citado cánon se encarga al
sacerdote propio,
que "tenga cautela
y
discrecion, para atender dilijentemente
á
las circunstancias del pecador
y
del pecado; y deja á su
juicio, p or alguna causa racional , que el penitente pueda di–
ferir la participacion del sacramento de la Eucaristía para
despues de la Pascua.
¿Y
el Obispo
y
el Papa serían, á jui–
cio del C<•mcilio, los que habían de emplear cautela y discre–
cion á vista de las circunstancias, para que el penitente difi–
t·iese la comun ion ha sta despues de la Pascua? Nadie lo di–
rá por cierto. Luego,
á
juicio del Cóncilio, el sacerdote pro–
pio no era el Papa ni el Obispo. Búsquense, si se quiere,
otros títulos, por donde el Papa
y
el Obispo puedan hacer
en las parroquias lo que los
p~rrocos;
pero no se les llame
sace1·dotes propios.
Tambien los obispos y sus vicarios
ge–
nerales celebran matrimonios, sin embargo de exij ir expre.
samente el Trideutino la presencia del párroco, es decir, del
sacerdote que preside la parroquia.