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¿Por qué pues no han <le enten<lerse e n ig ual se nti<lo, las
palabras en que el Tridentino reputa por de ningun valor
la absolucion del spcerdote que no tiene jurisdiccion ordi–
naria ó subdelegada? Los que se resistan
á
esta explica–
cion, deben mostrar la diferencia en uno y otro caso. Hai
otras expresiones del mismo Concilio, que se prestan á ser–
vir de ayuda
á
lo que acaba de decirse; por ejemplo aque·
lla s e n que dijo así: "aunque los presbíteros reciban en su
ordenacion In potestad de absolver de los pecados, decreta
no obstante, que rradie puede oír confesion, ni tenerse por
idoneo, si el obispo no le juzga ta l, y le da su aprobacion, ó
no tiene algun beneficio parroquial." Los demas que espo–
nernos sobre este punto puede leerse en la obra, donde lo
tratamos de tenidamente.
8.
Potestad de los p1·esbíte1·os 1·especto del sacramento de
la C011ftnnaciO>i.
Sin embargo de ser los obispos ministros
m·di11a.·ios
del
sacramento de la confi rmacion, el Romaño Pontífice conce–
de á Jos presbíteros la facultad de administrarlo como mi–
nistros
e.'IJh'am·dinm·ios.
Pero los ministros de los sacra–
mentos; asi como su materia
y
fónna, son de la institucion
de J esucristo. Luego la a utorizacion del Romano Pontífi–
ce supone en los pres bíteros una potestad de ó rden, que
á
un tiempo con la de celebrar
y
perdonar los pecados, reci–
bieron en su ordenacion: lo que sirve ..otra vez, para dar
una idea mas ve11tajosa del presbiterado. Tar:1 cierto
y
cris–
tiano es lo que decimos, qu e los propios de la Curia no pue–
den negarlo, aunque enredándose en sus distinciones y
sutilezas. Despues volverémos sobre este punto.
9.
Nueva muest1·a de la impm·t ancia del p1·esbíterado.
Para prevenir algunos argumentos de los que tratan de •
apocar la dignidad de
lo<~
presbíteros, recordémos que el
Concilio Tridentino, al tratar del sacrificio de la misa
y
de
la potestad ·de celebrarlo, no distingue el tiempo ni lacere–
monia en que Jesucristo hubiese señalado lo que corres–
pondiese
á
los. apóstoles y e11' consecuencia
á
los obis-·
pos,
y
lo 1·es pectivo
á
los presbíteros, sino que menciona.