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Lit111j'ia.
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tratar los eruditos de esta mMcr in, dicen en presencia
de la historia,. que todas las Iglesias tuvieron siempre una
misma creencia en los puntos dogmáticos acerca del sacrifi–
cio el e la misa; pero que en cuanto á los ritos y la manera de
celebrarlo, fué ''ária la disciplin a, segun la· diversidad ele
tiempos y,lugares. C ualquiera que fu ese el mérito de las ll a –
madas litmj ias apostó licas, loe;
apó~toles
conscrvaron,:y no
pudieron dejar cl e co nservar, lo que fué ord enado por Je–
sucri sto, ó lo que ha bía ele esencial en la celebracion; siendo
rnui probab le, qt1e acomodasen los ri tos y ceremonias
á
la
índole y circunstancias ele las naciones
á
quienes p redica–
ban, dejando
á
sus sucesores un modelo de procedimiento,
para saber lo que debían respetar, y lo que podían cambiar
en el sac rificio. Conocidas son e n el O riente las litllljias de
::>an Basilio, de San Crisóstomo y otras; y en el Occ idente
el ri to llamado ambrosiano y el muzarabe. Esta variedad
de ritos y ceremonias en las 'Iglesias supon e el derecho de
los obispos, que unos
á
otros debía n respetarse. En tonces
no habría habid o dise nsiones ni .escand alos, y los obispos y
s us Iglesias se ha bría n manté nido en paz
y
caridad, segun
b
observacion del piadoso Carilcna l Bona.
Pero los R omanos Pontífices se empeñaron en reduc it•
al rito romqno las demas Iglesias de Occidente. So bresa lió
al caso G regario VII
y
no omitió refl exiones con los Re–
yes d e Castilla, Ara.gon
y
Navana, para os timulal'ios
y
for–
talecerlos, pronosticándoles victoria sohre sus enemigos,
y
asegurándoles la complacencia d ivin a:en el particu lar. Decia
entre otras cosas el Papa,gue con ello, vo'lve rian esas Iglesias
á
la costumbre antigua de la romana; pero o bserva el erúdi–
to ag ustiniano F lores, que " la dife rencia entre la liturj ia
española
y
la romana, no estuvo en que Roma se conser–
\·ase en
lo antiguo,
y
Espnña se
aparta~c,
sino e n que
los S umos Pon.tíficcs fueron introduciendo
y
<{Uitando par–
tes de lo primiLívo, sin que los sig uiesen en esto la s
el
emas
naciones." l\las
a
pesar de la novedad introducid a, conti–
nuarou
a lguno~
mona sterios en la observancia de l rito a n–
tig uo;
y
para res ta blecer el Ca rd enal J imenez de Cisneros
en su Ig lesia de Toledo el rito muzarabe, mandó hacer
J.l ll '!-