rando contra la Mesta : los Pueblos , las Provincias enteras están
llenas de las mismas quejas ,
y
con la desgracia de tener preo·
cupados
á
muchos, en quienes reside la autoridad , para reme–
diarlo.
1090
Las Cortes claman desde el Reynado del Sr. Cárlos
I
contra las adquisiciones de manos-muerras , anunciando la pr6-
x1ma destruccion del Reyno, si no se arajaba, poniéndolas pro·
hibicion absoluta de adquirir, y aun obligándolas
á
vender
á
se–
glares los bienes raíces sobrantes , reduciendo en los claustros
~
un justo número sus individuos. El remedio no se puso; ánres
en tiempo de Felipe
li
se multiplicaron los Conventos á tÍtulo de
reformas, las fundaciones y las capellanías;
y
todo esto
á
modo
de una segur arrasadora fue arrancando de sus hogares conside–
rable número de vecinos pobladores , que se habrían conserva–
do en ellos; si en lugar de dexar bs tierras
á
las Comunidades
los fundadores y dotadores de estas, las hubiesen ellos heredado
de sus cercanos parientes , deudos y amigos, como la Escritura.
y
los SS. PP. lo aconsejan.
1
o
9
1
¡
~amas
fundaciones
se
hán hecho por sugesrion en
las confesiones y vias, que en
el
siglo no son Hcitas,
y
mucho me·
nos en
el
fuero interior
!
El abuso de adquirir por todos cami–
nos las manos-muertas, há producido, que las Comunidades
<]UC
habían renunciado al mundo, se convirtieron en casas de la–
branza ' y los vecinos en casas de mendicantes; viniendo las co–
sas por un 6rden inverso á volverse contra su propia instirucion¡
esto
es rico el que profesa pobreza,
y
pobre aquel que necesita.
bienes para mantener su familia , propagar
la
especie humana,
y
sufrir las cargas de la República. Diga lo que quiera en con–
tra
el
Obispo, el estado inverso actual ni es conforme
á
la per–
feccion , ni conveniente al Reyno.
1
o
9
2.
No será posible persuadir al R. Obispo , por mas
que
el
Fiscal se esfuerce en ello : pues que hasta en sostener abu.
¡os, cree este Prelado versar la inmunidad, corno si fuese
imnu–
nidad
dexar aniquilar los vasallos seculares sin provecho de las
Iglesias; mas no puede dispensarse de recordar lo que Diego
.Ar–
redondo Aguero
Contador de Resultas de S.
M.
y
de los Reynos de
Castilla, propuso entre otras cosas
á
principios del Reynado de
Felipe
]¡7
en un
discurso
que estarnp6 sobre el restablecimiento de
la Monarquía , acerca del crecimiento del Estado eclesiástico.
1
o
9
3
,
El Estado eclesiástico
y
religiones
(son palabras de
tste Escritor)
,,
há crecido de algunos años á esta parte en nÚ–
me-