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y el Sr. Inocencia Trece ordenó
en
su Constirucion
.Apostolicis
ministeriis,
que á los Vicarios temporales;
Ó
Coadjutort:;s- de los
Curas señalasen los Obispos , sin atencion
á
la Constirucion de
S. Pio
~inro,
la parte de frutos de los Curatos , que
á
su ar–
bitrio rubiesen por conveniente, contemplada la calidad de la fe–
ligresía,
el
número de feligreses,
el
trabajo,
y
el gasto que pi–
diese la necesidad del oficio ;
y
si esto decretÓ S. Pio
~imo
do.s siglos hace, é Inocencia Trece en los principios del corrien–
te, en que los precios de las cosas necesarias
á
la vida humana.
no estaban tan subidos, ni eran los tiempos tan calamitosos,
con quanta mayor razon deben observarse ahora sus ConstitU–
ciones , y aun aumentarse las cóngruas de los Curas, por la ma–
yor atencion que se merecen?
21
Hay otro perjuicio en esto , que tne duele mas,
y
con..
siste en el trastorno que induce esta pobreza de los Curas en la
'disciplina eclesiástica, porque un Cura que no puede dar limos–
na tiene poca aceptacion , no se le ·respeta , y no son eficaces sus
consejos y doctrinas en los que no son verdaderamente obedien–
tes , y
á
consecuencia no se hallan Ministros para semejantes Cu–
raros de rodas las buenas prendas que exíge su alto cargo, falta.
á
los Pueblos el pasto espiritual ,
y
se abre puerta
á
la
igno–
rancia,
y
á
la disolucion, causando con ellas
el
estrago, y la
persecucion mas lastimosa
á
la Religion , y
á
la Monarquía;
y
1
hecho yo cargo de resultas tan infelices , consigno
á
los Vicarios
de las Parroquias en sus vacantes, y en otros casos que los hé di–
putado, cóngruas superiores
á
la dicha Constitucion Piana,
y,
algunas han llegado á setecientos ducados.
.
2 2
Por mas que
V.
M. haya puesto un Colecror-general,–
cuya justificacion es notoria, se haya formado una bien medita–
da instruccion '
y
examinado en juntas de Ministros varios pun-–
tos que se han determinado; no es posible remediar muchos per–
juicios , que son inherentes á la administracion de esta gracia ,
y,
que están padeciendo las Iglesias, y el Clero , por no haber lle–
gado
á
oídos de V. M. la desigualdad, con que
se
executa el se–
·ñalamiento de la primera casa dezmera :es un mal evidente , pe..
ro necesario en paises donde las cosechas son quamiosas , y po–
see un vecino el mayor terrazgo del pueblo,
y
es
el
Único
6
ma–
yor ganadero, como sucede
en
muchos lugares de Castilla,
Y,
Andaluda, se verá por exemplo, que
el
Cura que tenia
seiscien~
tos ducados de rema en tiempo de las Concordias, se queda
ah~
ra inéóngruo ,
Ó
con
mucha
escaséz , viendo
ca~
toda
su
rentá
B
2.
apli•