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da de V. M.
el
lastimoso estado
C!el
Reyno, y tampoco lo .hé
conseguido; por lo qual, deseando satisfacer de una
v~z
á
mi
conciencia,
y
hacer
á
Dios y
á
V.
M.
el
mayor obsequio, escri...
bí al P. Confesor la Carta , que
há
hecho presente á
V.
M. des–
pues de haber experimentado, que continuaban los excesos ,
y
1
que
~o
ha?ian tenido las
res~l~t;s, ~ue
Y?
esperaba , las
prov~dencias m1as, de que se remmo tesnmomo al ·Marques de
Sqm~
lace , ni lo representado por otros Eclesiásticos.
14
Esto supuesto, obedeciendo lo que
V. M.
me encarga
en
su Carta , y mand6
el
augusto Padre de
V.
M. , para que
los Obispos le representasen con cristiana claridad y sin temor,
quanto contemplasen digno de remedio, paso á informar con
distincion
á
V.
M. : Que la Iglesia está saqueada en sus bienes,
ultrajada en sus Ministros, y atropellada en su inmunidad, por
ser esto
á
mi
parecer la raíz y causa de todos los males , como
procuraré acreditarlo con hechos constantes y reflexíones bien
fi.mdadas.
1
5
Q!ando se pidi6 á la Santidad de Benedicto
XIV.
la
Escuúdo.
continuacion de la gracia del
Escusado,
y la concedi6, y quiso du-
rase hasta que se estableciese la nueva Única contribucion , cuya
data segun
el
atestado del Colector General es de
6
de Septiembre
de
1
7 57 ,
me persuado,
á
que se hicieron cuentas muy justifi-
cadas del valor de lo que el Clero pagaba por esta y otras gra-
cias en virtud de sus concordias
é
impuestos , que satisfacía; por-
que señalandose en la Bula de este Sumo Pontífice, segun tengo
entendido , la quota fixa, con que contribuiría
el
Estado ecle.-
siástico , establecida que fuese la única contribucion , no podia
haberse proporcionado esta relacion sin que se hubiese hecho
c6mputo líquido de lo que en aquel estado pagaba
el
Clero por
rodas las gracias; y esto es para mí indubitable, y me hace creer,
que en virtud de esta formalizada cuenta se pidi6
á
Su Santidad
la continuacion de dicha gracia. Ahora pues, Señor,
el
Escusa-
do estaba enr6nces en concordia, y no por la presente adminis-
tracion, que no podia ent6nces haber manifestado su producto:
de lo qual infiero, que
el
Papa concedi6 la grada y prorroga-
don del Escusado, con sola la noticia, y bajo del supuesto del
valor, que rendia por la concordia, y n? por el aumento·,
á
que
se le
há
hecho crecer por la administracion en que se há puesto.
.
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Aun sin esta reaexíon han creído los Obispos, y Cabil–
dos , que la observa'ncia de la concordia desde la primera impe-–
tracion de
e~ta
gracia, es prueba
de
,que la voluntad de los Pa-
pas