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re
el
Maestre; otra de Talamanca; ·arra de un Lugar del Obis–
pado de Segovia; otra de Murbiedro; y las resultas de Argan–
da:
¿
quantas no habrá en las Escribanías de Cámara del Conse–
jo , que no hán llegado á la noticia del Fiscal?
¿
quanras no esta–
rán pendientes en las Chancillerías, Audiencias, y demas Tri–
bunales del Reyno
? ¿
quanras habrán
de~ado
de reclamarse, por
no haber apariencia de nulidad, ni presundon de fraude,
6
fuer–
zas para litigar ?
7
2
8
Tambien há visto
el
Fiscal, con motivo de
otro
Ex•
pediente , que por
el
Catastro de la Ciudad de Zaragoza del
año de
1
7
2
5
consta , que
3
6 9 9
personas Eclesiásticas disfruta–
ban
8 3 3lJ
1
6
3
rs. de plata de renta annual en bienes raices ;
y
qüe
24IJ04 2
legos solo gozaban de
3 3 3IJ6 46
rs. de la mis–
ma moneda.
¡
Pasma ver tan enorme ·desigualdad
!
Esto sucede
en la Capital de Aragon; en cuyo Reyno hubo Ley, que prohi–
bi6 la Amorrizacion, aunque no se haya observado.
7
2
9
Hay muchos motivos para las. entradas en manos–
muertas, sin recurrir á medios viciosos. Aquel principio
de
que
quanto adquiere el Monge,
lo·
adquiere para el Monasterio ,
y
de que este representa los derechos
del
hijo, facilita inculpable .,
mente muchas adquisiciones.
.
7
30 La devodon de los que ván á profesar á .el Instituto
.que abrazan , es preciso que los incline á considera.r los Monas-
terios en sus renuncias.
·
·
7 3
1
Las repetidas
é
incesantes dotes de las Religiosas
se
hán
'de emplear de algun modo,
y
aumentar las entradas.
7 3
2
Los Fieles, que hán creido justamente ser medio ·pa–
ra la expiacion de sus culpas las mandas
y
legados píos , no sue–
lén tener roda la discrecion necesaria para el modo de manejar–
se en ellos ;
y
como estas disposiciones mas dependen de la vo–
luntad, que del entendimiento, se aumentan
y
hán de seguir
las entradas por este camino.
7 3 3
El término final de los Mayorazgos
y
otras sucesiones
perpetuas, viene
á
ser regularmente
el
llamamiento de una
rtu–
no-muerra, de que el Fiscal
há
visto mucho en las diferentes fun–
daciones de casi todas las Provincias de España, que há recono–
cido en la carrera de su Profesion , para la defensa de varias
sucesiones.
· 7 34
Las riquezas de
Am~rica,
adquiridas bien
ó
mal
por
los que pasan
á
buscarlas en aquellas remotas regiones , vienen
todos los dias para emplearse
á
b!!neficio de todo género
de
li
2
obras