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Si algunas Comunidades carecen de competentes bienes
para su manutencion, tendrán mayores entradas quando cesen las
de otras, que estén sobradas,
y
no dexen de adquirir; y en una
palabra,
el
recogimiento del claustro, la minoracion de Indivi–
duos, y la vida comun, cortarán rodas las necesidades.
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Los Prelados Seculares y Regulares , ciñéndose
el
núme–
ro de los súbditos
y
de las admisiones, tendrán mas pretendien–
tes en quienes escoger
y
discernir las vocaciones , y se libertarán
de muchas fatigas
y
pesadumbres, que reciben de los que en–
tran sin vocacion.
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Aunque el R. Obispo, continuando en sus especies so–
bre este punto, dice, que consentirá, que el Estado se reintégre
de todos los bienes temporales, que posee la Iglesia, con tal que
se devuelvan á ella los diezmos poseidos por legos; no se sabe si
querrán hacer igual allanamiento todas las Iglesias, Monasterios,
Hospitales, Capellanías, Aniversarios, Universidades, y otras
Fundaciones piadosas de España.
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r
De las tercias del Rey se sabe, que muchfsimas paran
en Iglesias y Monasterios , Universidades , y otras obras ptas.
Pudiera
el
Fiscal, recurriendo solamente á la memoria que comer–
va, señalar muchas de estas enagenadones, como tambien mu–
chos Obispados donde no se cobran las tercias.
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Tambien sucede lo mismo en muchos diezmos, que se
concedieron á legos; y para los que permanecen en poder de
es–
ros , hay entre otros títulos los de recompensa por sangre derra–
mada en la gloriosa conquista de estos Reynos y restablecimien–
to de la verdadera Religion.
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E ras quejas son amiguas, porque en las Cortes de Gua–
.dabxara del año de
r
3
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se propusieron por el Clero; y los po–
seedores de diezmos dieron tales razones' y se examinaron tan
radicalmente, que fue preciso reconocer su justicia.
in embar–
go, asf como en aquellas Corres se propmo, que el Clero hicie- _
se la dimision, que ahora ofrece el R. Obispo, no tendría el Fis–
cal reparo en aceptarla, quedando de cuenta del Clero substituir
todas las recompensas legítimas, y dorar con equivalencia á to- _
do
el
Clero Español Secular y Regular,
y
á todo género de fun–
daciones
y
obras ptas.
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El 6cio , luxo ,
y
otras causas, que
el
R. Obispo se–
ñala como raiz de los males del Reyno, son sin duda enfer–
medades que padece ,
y
que
el
Gobierno desea remediar ; pero
esto no quita, que la amortizacion continua de los bienes no
se:t