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109

pro.porcion

á

el haber·respectivó de sus individuos. En esta

par~

,te los decimadores particulares de .cada Parroquia, en que

en~

tran

el

Clero inferior, las fábricas, y los legos, sufren un gra"l'

vámen desi<Yual, respecto de los decimadores universales, como

regularmen~e

son los Obispos y Cabildos.

S

2

6

.

El perceptor de una sola Parroquia, si le separan un

dezmero de crecidos .frutos, padece una diminucion

considera~

ble, sin tener compensacion en otra. Elllebador universal re-–

para la diminucion, que le causa

el

rico ·escusado de una Igle–

sia, con la pequeña detraccion, que le hace en otra un dezme-.

ro de pocos haberes.

)

52 7

Entre los partÍcipes particulares hay tambien desigual•

dad notable. Donde los ciezmeros son muchos y de fortunas me"

9ianas, es corto

el

gravámen de-:l<ts perceptores de la Parroquia,

~mnque

tengan una renta muy:ecistida. Así sucede en

el

Arzo..

bispado de Valencia , que con ser sus r:entas Eclesiásticas las ma-1

y

ores de toda España, produce

el

Escusado muy corta cantidad,

por la multitud y medianía de los dezmeros.

'

,

52

8

Por el contrario, donde solo hay uno

Ú

dos dezmeros

gruesos , aunque

el

perceptor particular de la Parroquia goco

de una renta moderada , lleba sobre sí una contribucion crecida,

separándole la casa mayor.

1

s

2

9

Los Obispados tampoco son iguales en

eJ

número do

J?arroquias, y suelen sacarse mas Escusados en un Obispado de

medianas rentas , que en el que son muy grandes.

"

5

3

o

Estas

consider~ciones,

y otras que pudieran añadirse,

pueden inclinar el piadoso corazon del Rey ,

á

que se busque

y

tome un temperamento prudent:e, que reduciendo las cosas

á

la igualdad posible, proporcione los alivios del Clero, sin

de"\

trimento grave de los derechos del Rey.

S

31

El

R. Obispo propone que se establezca la Unica Con..–

tribucion ; pero

el

Fiscal, despues de muchas reflexiones hechas

con deseo de acerrar, se há ·detenido en que para aquel estable–

cimiento deben examinarse muchos puntos' averiguarse y reco–

nocerse innumerables hechos respectivos

á

todos los vasallos del

Reyno, que no son del Expediente, ni constan de

ti .

Sería muy

arriesgado sin estas instrucciones y otras experiencias , aventurar

un dicrámen, qu,e no solo se

ceñiría

á

el Escusado, sinó que se–

ría transcendental

á

las demas contribuciones

ó

rentas que lla–

man

::r~vinciales,

cuya alteracion pide mucho pulso

y

otros

conocimientos.

E

e

Por