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P. A.

361 .

Q!e· en la noche de

2.9

de Mayo de

176),

yendo

de ronda

el

Corregidor de Udel, como

á

las once

y

media de

ella, encontrÓ

á

Juan Raymundo Ximenez, Alguacil del Vi–

cario Foraneo de aquella Villa ; y reconocido le halló que

lleba~

ba una espada de vara y dos dedos de larga desenvainada , por

lo que le mandé ir preso ; y habiéndose resistido, empezó

á

gritar

fa'lJor

á

la Iglesia,

y el Corregidor

á

pedir auxílio en nom–

bre

del Rey ; á cuyas alteradas voces acudió

el

Cura del Lugar,

su Teniente y otro Presbítero , impidiendo que lo llebase pre–

so : con cuya dilacion

á

las voces del tal Alguacil eclesiástico,

acudieron mas de

200

personas, de las quales las mas estaban

por él movidas de los clamores repetidos , con que pedía favor

á

la Iglesia : de modo que estubo próximo á un tumulto. En

este estrecho lance

el

Corregidor pudo separar al Cura del

bu~

llicio

~

y

persuadirle que dexase lleb1rlo preso, baxo de palabra

de que inmediatarr:ente en aquella noche se lo enviaria

á

su

ca~

sa , en que condescendió ; y executado así , se feneció

el

lance

y

sosegó todo.

,

3

6

2

De

este suceso dió cuenta al Consejo el Corregidor,.

con la Sumaria que formó , pidiendo providencia : y cambien

representÓ el Cura contra

el

Corregidor, porque le impedia

el

zelar los escándalos. que causaban unos Soldados, que habia en

aquella Villa;

á

cuya diligencia aseguró que iba

su

Fiscal de Va–

ra,

qua~do

lo encontrÓ el Corregidor, y por ese motivo lleba–

ba la espada bien acondicionada :

y

lo que era mas

el

núsmo

Corregidor le había visto ,

y

permitido llebarla desnuda , co–

mo en la ocasion presente, no solo yénd9le auxiliando, como

lo habia hecho muchas veces, sinó yendo como persona priva–

da , y nunca le previno , que no usase de ella en esra forma : de

qu e infería que en haberlo querido prender en este lance, habi01.

llebado fin particular

el

Corregidor , y él era quien había causa

4

do

el

alboroto , protegiendo en cierto modo los escándalos ,

yJ

cometiendo otros excesos, de que le acusó muy por menor.

3

6

3

Con vista de todo , y de lo que expuso

el

Sr.

D.

Lo–

pe de Sierra , siendo Fiscal , mandó

el

Consejo , que pasase

el

Corregidor de Requena

á

Udel, reasumiese la jurisdicion ord!–

naria , soltase al Alguacil Eclesiástico ,

y

sustanciase y determi–

nase la causa contra él ,

y

contra

el

Corregidor , oyéndoles sus

defensas.

3

6

4

Con efecto

el

Corregidor de Requena pasó

i

U · '

sustanció la causa en forma, y dió su sentencia en

I

4

de

Jrid,

.

l(a