valor
á
que se vendiese
lo
exístente
'á
loniempos prefinidos por.
constituciones ; y que sin embargo que los Alcaldes tenian noticia.
de esra providencia, habian pasado por medio de su Escribano de
Ayuntamiento primero , y segundo recado verbal al Cura, ex.-
, presando que necesitaban
el
trigo de la fubrica para
el
abasto .
de la Villa , pretextando sin fundamento que
el
Mayordomo lo
extraia al mercado de Pastrana para venderlo
á
precios ventajo–
sos en utilidad suya, y en perjuicio de la fábrica y del abasro1
á
que respondió
el
Cura, que no obstante que
el
Pósito Real
de la Villa tenia cantidad considerable de .trigo,
y
los Alcal–
'des embargados los granos deéimales de aquella Tercia, habién–
dolos resguardado con segunda llave, que de su auroridad pro–
pia habian puesto en ella , y
el
Cura por su parte les babia ofre–
cido algun trigo de una prestamera ·que administraba , con cu.
yo acopio, bien administrado, temian lo suficiente para
el
suni..
miento de la Villa, estaría
el
trigo de la tíbrica
á
la disposicion
de los Alcaldes, precedidas las diligencias del Auto de visita; y
respecto de que
el
trigo del Púsito Real se estaba panadeando
á:
3 3
rs. y medio, no debia ser de peor condicion el de la fábrica;
pero siendo la idea de los Alcaldes panadear
el
trigo de la Iglesia
á
un precio arbitrario, y disponer de
él
segun su voluntad, re–
servando lo del Pósito para sus casas, parientes y amigos, ha–
bian proveido -Auto, para que ·el Mayordomo manifesrase los
granos baxo de graves penas; de que pasaron recado de atencion
al Cura; y sin embargo de las protestas que les hicieron
el
Cura
y Mayordomo con las costas , daños y perjuicios , practicaron
los Alcaldes
el
reconocimiento,
Ó
medicion del rrigo de la fá–
brica, de que hicieron depositario á Julian Pastor, poniendo so..
brellave en
la
puerta del granero por los fines que quedaban ex–
presados ; pues del trigo decimal, que tenían embargado en la
Tercia; habían empezado
á
repartir entre sus parientes y ami–
gos , par<1; que conduciéndolo al mercado de Pastrana, percibie–
sen las ganancias del precio mas ventajoso con que allí se ven–
dían los granos;
y
concluyeron pidiendo se mandase
á
los Al–
caldes, que sin dilacion quitasen del granero la sobrellave, de–
xando
á
los panaderos qtte tenían nombrados ,
y
á los demas·
vecinos en libertad, para
q~e
pudiesen reconocer el trigo y ha–
cer las postUras,
y
que por la\violencia se les impusiese una bue–
na multa. Y habiéndose libra& comision para
la
jusrificacion,
se examinaron cinco testigos, que depusieron que el P6siro Real
de la Villa se hallaba·con una buena porcion de trigo , y los Al-
.
cal-