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tra~
tanto iodo proccdimicuto? Ninguuo cicrtamcntr,
porque aun cuando se otorgase el
pase,
ya era inütil
l:t
continuacion de los procedimientos del :Metropolitano,
por cuanto el objeto de la Encíclica
Qurmta
cnm,
se ha–
bría llenado plenamente de parte de los fieles.
Con razon he dicho á
:3.
en mi oficio del 10 que me–
hallaba en el caso de no poder retroceder,
y
US. me ha–
rá justicia creyéndolo así.
Dios guarde á US.
.José Sebastian,
Arzobispo de LimR.
NUMEHO 8.
IJima,
á
11
ele Setiemb1·c de
1
6G.
Al muy Reverendo Arzobispo.
Ilmo. Sr.
S. E. el Jefe Supremo, en vi ta del oficio de US.
I.
de
8 del corriente, me ha ordenado dirijirme á US.
I.
con
el objeto de rectificar los conceptos en ese oficio emiti–
dos, por no creerlos acordes con el tenor de mi comu–
nicacion del dia 7. En esta tu
Y
e el honor de decir
á
US.
I.
que S. E. sabia la resolucion que US.
I.
babia tomado,
de no remitir al Gobierno, en solicitud del
exequatuT,
la Bula y Letras apostólicas;
y
que estaba dispuesto á
proceder al siguiente dia (el 8)
á
la.
ejecucion de la Bu–
la, fundándose, entre otras razones, en la de no recono–
cer en el Gobierno el derecho de
pone~
el
pase.
Despucs de inPtruir
á
US.
I.
de esa noticia que circu–
laba, dije que S.
E.
se resistía
á
creer que balhlndose pen–
diente la discusion,
y
sin que hubiese rccaido resolucion