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t~,
en esta·capi tal, la Encíclica
Quanta
c~wa
sin haber oh·
tenido en la forma debida el
pase
que las leyes vigentes
prescriben: 2.
0
Que estando éxpedida dicha Encíclica
por S. S. el Sumo Pontífice Pio IX, para solo el año de
1865, ha asegurado al M. R. Metropolitano, que á peti–
cion suya fué prorogada en favor de esta República para
d
presente año, en virtud de unas Letras de S. Santi–
dad, las mismas que el Metropolitano ha omitido pre–
sentar, juntamente con la tEncíclica para lGs efectos del
J:Jase:
3.
0
Que habiendo expuesto el ñL R. Metropolita–
no, que no había necesidad de someter la próroga á un
nuevo
exequat~w,
por cuanto ella no altera el espíritu
ni la letra de la misma Encíclica que remitió al Gobier·
no en 1
::>
de Junio de 1865, para el requisito civil del
1Jase,
otorgado
pm:
el ex-Genl:lral Pezet en 21 del refe–
rido mes
y
año; este
pase
es nulo por haberse concedi–
do sin el prévio asentimiento del Congreso, con infrac–
cion de la atribucion 19a. artículo 94 de la Constitucion
entonces vijente, y por cuya infracciou se dispuso en el
inciso 2.
0
artículo 2.
0
del supremo decreto de 6 de Di–
ciembre último, que se procediera al respectivo enjui–
ciamiento:4.
::>
Queaun en el caso de
$U
ponerse válido di–
cho
pase,
siendo, como en efecto fué, limitado para solo
el año de 1865 lo mismo que la enunciada Encíclica, no
podía tener efecto por mayor tiempo que el designado,
sin que se diera un nuevo
2Jase
á
la próroga para que
quedára vijente la Enc-íclica:
5
::'~Que
estando pendien–
te la cuestion con el
M.
R.
Metropolitano sobre el deber
de solicitar el nuevo
pase,
ha procedido
de hecho
á eje–
cutar la Encíclica', desconociendo de este modo los dere–
chos
y
autoridad del Gobierno:
6?
Que la venia pedi–
d·a verbal
y
privadamente, aunque hubiese sido concedi–
da con pleno conocimiento de causa (que no lo fué), no
es ni puede considerarse .como un
exe1ptatu1· en(m·ma,