Previous Page  253 / 674 Next Page
Information
Show Menu
Previous Page 253 / 674 Next Page
Page Background

-245-

de neutralizar los n1anclatos de aquellos;

6

lo que

es lo mismo, que la soberanía no residía en la nación

ni era ejercic1a por sus

delegados~

sino que residía

en los nünistros de la Iglesia¡

6

en el sumo pontí-

fice, supremo n1andatario de esta.

·

Entre las dos doetrinas, la del

Syllabus

y la

de la Oonstitucion argentina, -la de las constitu–

ciones políticas modernas podemos

decir~-la

se–

gunda nos parece mas conforme con

los prin–

cipiocs de la sana razon

y

con las exigencias del

6rden social. Con efecto: basta analizar breve–

mente para ello el orígen, la naturaleza

y

los fines

de cada una de estas dos sociedades: la sociedad

política llamada Estado y la sociedad religiosa

llamada Iglesia.

130.-Se ha convertido en axio1na el principio

de que el

h~bre

es esencialn1ente sociable. Los

fines que debe cumplir tienen que ser resultado de

esfuerzos colectivos. Las indi vidnalidades aisladas

son ilnpotentes para desenvolver

y

perfeccionar sus

propias facultades, asi como para satisfacer

prem.io

4

sas

y

fundan1entales necesidades r1e su existencia.

En el estado ele socierlacl, al que nos sentilnos in1-

pulsados por fuerzas secretas, sucede toJo

lo con–

trario: las invidnalid.acles se su1nan, los esfuerzos se

n1ultipliean, los elementos destinados

á

Ja satisfac–

cion de toda clase de necesidades adquieren pode–

roso incren1ento, las ideas se con1unican y, pasando