DE U. CONTnIClON.
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mano á todas las cosas hajas y viles de la tierra, quitando el amor.
de todas ellas y poniéndolo en Vos, qne tan digno sois de ser ama–
<lo y servido. Alaben os, S1!l1or, todas la s criaturas grandes y pe-
•
.
c1uefi.asqne para mi conservacion hahcis cria1lo; · Y. yo os Lendigo
por los benc.ficios que con ellas
me
haceis, que son tan tos, que
Vos solo lo saheis y compren1leis. Dadme, Sct'ior, ·vuestra gracia
para conocerlos, estimarlo.s
y
agradecerlos, y parn que os ame so–
hrc
todas las cosas altas y baj::is,
á
quien pido os alaben y dendi–
gan, corno se lo pidieron los tres mancebos del horno de Babilo–
nia en aquel su celebre canto: 13ernlecid todas las obras del Señor
al Señor; y el rey Davi<I : Alabad al Sciíoi· de los ciclos, entrán–
dome por ellos y por los ahisn.10s
y
convidando
;l
todo lo criado me
ayude
á
alabaros y bendeciros , y
ti
pagaros este amor ,
;l
ti
lulo del
parentesco que con todos tengo. Ayuda1lme üngeles
y
hombres por
lo intelectual; ayudadme aves, peces y animales por lo sensitivo;
ayudadme árboles, plantas, yerbas, flores y frutos por lo vegetati–
vo; y ayudadme todas las criat11ras
á
alaba<l
á
Dios, pot: lo que
vosotras y yo tenemos de criaturas,
y
por lo que
á
él le <lebcmos
como
á
Criador.
CAPITULO
VlI.
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CUARTO :UOTIVO
El cuarto motivo es habernos Dios redimi11o : este es un
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neficio que no se concedí<'>
ü
los ángeles,
y
tan csccle11te, que no
hay otro que se igua le, hecho co11
ta111,as
prnehas de amor c¡ue cs–
candalizti los j11dios y
á
los gentiles pareciú locura;
y
con grande
avenida de <lolores, que solo
el
pr11 sarlo bastó para ha ce r suda r
sangre
ü
Dios (1),
y
el padecerlos para hacer despedazarse
<Í
las
piedras de dolor
(2).
Porque quiso Cristo 1111estro Selior,
q11e
csle
J¡enefi cio fuese grande en cuantidad, en cualidad
y
en voluntad,
que to<lo esto miramos si el
Ilcy
nos hace alguna merced, si es Je
(i)
Luca!.
'22.
num.
H.-('2)
ílfotl11.
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