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DE J,A CONTIUCION.
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llena
:x
ocupa todo.
Un
~
pues , un huen empico de tu amor en es–
te Sefior,
y
acredita tu ente11Ji111iento con quererle, pues no amar-
le es Jesconocerlc.
·
CAPITULO V.
SEGUNDO !UOTIVO.
'.El
segundo motivo sea el amor que Dios nos tuvo dcsJe su
eterniJaJ
y
el que ahora nos tiene sin merecerlo, tan grande que
escede inGnitamente al que le tieuen
~í
él todos los justos
y
bienaven–
turados.
Y
la razon de esro es, porque todo el amor que se tiene
á
Dios es infinito
y
limitado al
íiu
como criaturas; pero el que Dios
tiene
á
cualquiera de los suyos, es amor
en
gramleza infinito, en
sustancia divino, en tluracio11 eterno, en eficacia
y
liberalidad
pró–
digo del mi smo Dios.
Y
asi, si el amor c¡11e totla s !ns ma1lres
han
te11ido
á
sus hijos se
f1ú1die se en el corazon
de
una , no seria
amor compara.1]0 con el q11e Dios nos tiene, que al fin la maclre al –
guna vez se olvida del hijo
y
él n1111 ca de nosotros , porr¡ue nos tie-
11e esc ritos en s11 s manos con ¡il111nas J e 1luros clavos
y
tinta de su
mi sma sangre,
y
la !erra di ce
(1) :
«Con arnor inte11 so os amé.»
Este motivo uos pone
san
.luan , diciendo: «Que amemos
á
Dios
(1),
porque él primero 11os a111 ó ,
y
es fortí simo; porque como el
amor sea u11 tra spa so
y
ent1·¡'tP
fJIH\
el
am:rnte ha ce
il r,
sí
y
de todos
. 11s hi ·ncs
ü
q11i eu ama \q11 e es lo q11 e m::s p:1 ede ha ce r
y
dar) ,
y
as¡
como la perso11a amada q11 eda hecho ducfio
y
se iíora
del
amaute,
natural111l'11le lo
ha
de amar co111 0
á
cosa propia s11ya.
»
Todo Nes
mio, ¡oh h11 cn Jcsus
!
(di ce san Bernardo) pu es q11c me nmns
y
es–
t<is ma s íntinrnrncnr e c11 mi q11c mi propia forma ,
y
no solo
c~rc s
Lú
mio, sino
q11e
cuanto ti curs l'n l'l cielo
y
en In
tierra~
y
si
yo no
t.e
amo, in grato soy
y
agcuo
de
roda raz o11, porq11 c el amor e11ge11tlra
amor
y
es el hechizo de
la
pie,1ra iman dr l :1rnor; y
11i11g11na
cosa
gravó La
u
to la natural eza en 1111 es tro cora1.011 como a111ar á quien nos
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