3i.i
·
TllATADO SEThllO
está el
alm~
á peligro de perecer, como la ciu<lad en frontera sin
murallas,
el navío en la tormenta sin lastre,
el
enfermo en ·
la
cama
sin vigor, el sol<la<lo en la guerra sin armas, el pez en la tierrá sin
agu_a, el fuego sin lefia fuera de su esfera, el j:mlin sin
fue~te. ,
ni
riego que luego se marchita
y
seca,
y
el cuerpo sin alma, mnerto,
· asrjueroso
~
lleno <le podre
y
gusanos.
CAPITULO IV.
DE LA DEVOGION', DESENGAf;O Y RESOLUCION•
. ta Jcvocion, como dice santo Tornas
(i),
no es la ternura de
cor::izon, ni Ja consolacion sensible, que con facilidad se resuelve
·~n
lágrimas,
y
en humo Je suspiros, sino un gr::inde. desengaño,
resolucion, prontit11d, aliento para vivir h.ien, cumpliendo la ley
santa de Dios,
·y
su divina voluntad, 1Jedicado, rendido
y
ent.rcga-
.clo
á
su santo servicio, que todo eso signífica
el
verbo latino
Devo–
vev
'
Je donde viene este . nombrc devucion ;
y
de esta sale esotra
(aunque no siempre) como efecto <le su causa; porqm' si la leccion
husca , si la consideracion halla, si la aficion gusta, rs para que la
de.vocion goce
y
ejercite lo c¡ue buscó, halló
y
gustó
(2).
Y con lá–
grimas, gcmi<los, suspiros
y
<lescos <lel cornzon, llore sus pecados
el homhre, gima su mala vida pasa<la, suspire por la gracia
y
amis–
tad <le Dios;
y
·desee llegar
á
la cumbre tlc toda perfeccion, imi–
tando ::il rjcmpb1·, que cu la oracion
y
meditacion tiroe delante;
lleshastan<lo con la azuela de la penitencia,
y
con el cepillo de la
mortificacion s11 tosca vida; deshacien1Jo la lozanía Je
~u
c::irne con
ayunos, Jisc.iplinas, cilicios, cama dura
y
otras penalidades;
y
si
no püctlc hacer esto, lo desea,
y
otras 11iillares de cosas en servicio
tlc tan buc11· Dios, -qu.e es lo mismo que si las hiciese , cuanto al
merecimiento. Y forma tambie11 con el fo1:mon de la consideracion,
eu sí las facciones de Cristo nuestro S<·ñor, at.lelgazaudo, puliendo,
(1 )
~. ~.
q. 82.
~rl.
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pose. d &8. c:1¡i. 5.-('2) .ilu r; .
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t.lescal:i
P:1r:1dy si.
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