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lJE LA ORo\.ClON MEN

l'.\.L.

379

y

te dé honroso asiento entre sus rn::iyores priva1los; donde guar–

dando sus preceptos y consPjos , le sirva s con perfcecion grande y

apro1·ecbamienLo Luyo.

Si

no alcauzas

1~sto,

ó

porque 110 lo mere–

ces,

ó

porqu1~

ya Dios te tiene ocup::iJo en otra cosa,

ó

estado,

oficio, pídele te

M

las ayudas de costa, que mas has menester pa–

ra hacerlo Lien hecho, p::ira mayor gloria suya, provecho tuyo,

y

edificacion <le los prójimos.

Pídele como di scípulo, con humildad, que te ilustre el enten–

dimiento,

y

te dé luz <le las verdades mas

i.mportantt~s

p:ira salvar–

te, y que borre de la memoria ias bachillerías, ignorancias

y

errores,

que el mundo, demonio y carne Le han enseñado, y q11e te lea el

curso

•le

las artes de hi en vivir, y Je hicn morir; y

la

Sagra<la Teo–

logía, que está encerra<la en Jesucristo

crncific~Hlo,

que esto solo

te bastará para salir gran lctra11o, y sacar las couclu¡;ioncs genera–

les Jrl juicio (donde concurrirün todos los juicios ll el mnnJo, suje–

tos á ·solo el presidente <le aqnel act.o) u11a buena conclusion, q11e

sea primer principio

1lc

la vision heatiUc:i y eterna bienaventuranza.

Pídele

á

Jesucristo, como amigo del alma, que te dé prestados

los tres panes Je la penitencia, cooLricion

fcn

1

orosa, co11fesion sa–

ludable,

y

saLisíaccion entera;

y

si te Los ha dado ya, píJele otros

tres, castidad y pureza <l e ángel con limpieza de cuerpo

y

alma,

humildad profund:i co11 c111c conservarla, y fervor <le espíritu para

:1gradarle. Alégale el amor q11e él Le tiene, la hambre que tu alma

padece, la necesidad e11 que

te ves, la vergüenza que p:J•lcccrás

i;i no le :icuJes,

la

confiauza con qne le importunas, y ofréccle el

retomo de agra1lahles servicios.

Pídele cou entra fiable amor, como á esposo <le tu alma , que la

h:1ga digna esposa s11ya; que la adorne con las ric::is joyas de sus

•Iones y vistosas gala s de las virt!1dcs, qne le calce zapatillas de ja–

cintos, con deseos altos, y celestiales; q11c la abra ce y una con–

sigo con afectos tiernos de Jcvocion; c¡11 c (:1 sea cu fin motivo Je

tod:1s sus acciones; r¡ne le dé un amor tan encendido y forrnro so,

que (como los am:intes locos) si enipre es té pensaULlo en su am:.ido;

q11e vaya m11y

ü

meuudo

ü

su s:rnl.o templo por verle; que hable de

él

t.:011

gusto, que se alegre,

y

regocije de qu e le Lr:iLen de él, y J e