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..

~

DE

11\

ORA.CION JllBNTAL·

38t

ceo de su lUajestad per<lon de tus pecados, clolor verdadero de ell.os,

y

lugar de penitencia,

vi~toria

contra las tentaciones con que el mun–

do , demonio y carne te afligen , aumento

~9

las virtudes, mucho

amor de Dios , y fervor en su 'santo servicio para tí, y para todos

los que sabes que debes encomendar en tos momentos de la misa.

Y al fin harás uua breve recopilacion de los puntos mas esenciales,

que has tratado con nuestro Señor en la oracion, hahlarnlo con él,

como si le digeras

á

un amigo : Señor, en lo que aquí se ha trata–

do , yo procuraré que no quede por mí, ya voy

á

ponerlo por obra,

y

haré esto y esto por serviros, suplícoos me ayudeis en tal y tal

cosa, para que se haga eu iodo vuestro gusto. Estos son los puntos

principales que abraza en sí la oracion mental, cuyo órden, decla–

ró san Agustin, diciendo: La meditacion frecuente engendra cieu–

cia y conocimiento de sí mismo

y

de Dios. La ciencia causa afectos

de compuncion de nuestros pecados ; la compuncion despierta yavi–

va la devocion, y la devocion perfeciona la oracion , haciendo que

nuestra alma se una con Dios,

y

le- pida lo que ha menester.

CAPITULO VI.

DECLÁRASE MAS LO QUE SE

IIA

meno.

Temeroso estoy si he sabido esplicar los cnatro puutos en que

consiste el ejercicio santo de la oracion mental. Hazte

capaz de

ellos, y prueba

á

tener ornciou ; que así como el 11ifio am.larulo se

enseña

á

andar; leyendo

á

lee1· ,

y

danzando y tañendo

á

tañer y

danzar ; así orando el que comienza , se. enseña

á

orm·,

y

no apren–

das que es cosa dificultosa;

y

si todavía te lo pareciere, haz lo que

haces en tus negocios. Lo primero, piensas en ellos; lo segundo,

miras en qué estado están ; Jo tercero, consideras cómo se ml'jo–

ran; lo último, pones los medios, suplicando

á

quien te puede ayu–

dar, lo haga. Ves ahí tu ornciou

á

lo humano, múdala ahora

á

lo

divino, y piénsalo primero como te va en el negocio de tu salvacion;

si ahora te llamara Dios

á

dar cuenta, si la dieras

buen~.

Lo se-·

guudo, mira rómo la ajusta1·ás para que no te baga mucho alcance,

.)