·TRATADO.
SÉTIMI.
CAPITULO PRIMERO.
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DB LA
6RA.CIO~ ~IE _NT
AL.
La oracion mental ( l) para hacerse bien pide mucho ejercicio,
costumbre, mortificacion ·, santidad , y sobre todo gracia
y
favor
del Espíritu Santo, porque es dan suy0 , trae el entendimiento,
y
los deseos remontados de
l~s
casas terrnnas
á
las eternas
y
aelestia–
les,
y
el alma levantadá á ll>ios, con trato interior,
y
comunica–
cion familiar con.
él~
que esto es oracion me.ntal ; no solo la alta
y
encumbrada, que Haman·estática, anagógica, retirada , silencia–
ria
y
unitiva, par unas ({iertas tl'asformaciones,
y
uniformes entra–
<las
á
los brazos del divino Esposo, con olvido de· todas las demas
eósas ct·iadas, que no dá lugar al que ora
<i
que se acuerde de sí,
º'
haga reflexion en lo que está haci.endo ., ó padeciendo, que esta ora·
cion cnséñala IDios á quien él es servido; siuo la ordinaria tamhien,
.
'
que se puede enseñar de hombt·es,,y es la mas fácil: en la cual la me-
moria propone, el entendimiento discurre, la voluntad se aficiona, el
hombre se afervara" y desengaña, y el alma pide
á
Dios mercedes.
Con esto se contenta san Bernardo,
y
esotra alteza de contempla–
cion (que es sobre toda i·azon é inteligencia,
y
por eso se llama es–
tática
y
a_riagógica) la deja para los grandes santos, que él llama ciervos;
y
asimisma se compara con los el'izos , lleno de espinas, de faltas
y
pecados,
y
que se acogerá
á
los agujeros de la piedm Cristo,
para esconderse en sus llagas ,
y
lavar sus culpas con la sangre que
de ellas corre. Esta
or~cion,
pues (que es principio de la reforma–
eion cristiana ó via purgativa, medio de la via espiritual
ó
via ilu–
minativa,
y
fin de la perfeccion religiosa ó via unitiva), digo que
(t)
Damas. lib. 3. de Fide Orlhod. cap.
~4.
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