364
TliATADO SESTO
y
pasiones viciosas de mi alma, para que desnudo de ellas, muera
contigo en la Cruz de la mortificacion ,
y
merezca ser vestido de
aquella vestidura de bodas, que ti enes en el cielo para tus escogi–
dos. Cristo vive, Cristo manda, Cristo reina, Cristo de todo mal
me defienda .
'
Luego te acosta rás con mucha honestidad, revolviendo en tu
memoria los puntos que has de meditar por la mañana (s i tienes
oracion mental),
y
si no, procurarás te coja el sueño pensa ndo en
Dios,
ó
rezando alguna cosa,
ó
aco rdándote de la manera con que
Cri sto nuestro Señor reclinó sus sagrados miembros por
tí
en la
<lma cama <le la Crnz,
y
como si estuvieras ab razado con él ,
y
puesta la boca en Ja ll aga del costado, Le dormirás.
CAPITULO XVI.
LO QUE SE HA DE IIACER DE ORDI ARIO EN TODO TIElUPO Y LUGAR.
F uera de e tas oraciones,
y
ejercicios, te acordarás muy
á
menudo
Je
estas tres cosas : qué pitlrs tú á Dios : qué te pide Dios
:i
tí,
y
qué es lo que te pide para no alcanza r lo que pides, ni hacer
lo que te se pirlc;
y
para conseguir lo uno
y
lo otro evitarás todo
pecado,
y
harás entre dia frecuentes,
y
muy fervorosos actos de
contricion, de amor de Dios , de confo rmidad con su divina volun–
tad, poniéndote en sus manos, como el barro en las del ollero,
para que haga de
tí
lo que quisiere,
y
su voluntad sea la tuya. Si
la
hambre te fatiga, si el frio te molesta, si el achaque te aO ij e,
alaba
:i
Dios,
y
en cuanto te sucediere, sea próspero 6 adverso, gus–
toso, llesabrido, en la enfe rmedad,
y
en la salud , en la pobreza,
y
en la abundancia, en
d
trabajo, en el descanso, en la honra,
y
en
la
::ifrenta, alaha L::i mbien á Dios ,
y
t~o
qui eras mas Lle lo que su
majestad quiere, y harás siempre su voluntad , y nunca pidas
:í
Dios
que haga lo qu r. tú
quieres ~
sino que se haga,
y
cumpla en
ti
su
santa vo lunta<l .
Cua ndo te acnerdas tl e Dios, de su justici a, de su mi se ricordia,
de sus amenazas, tl e s11s beneficios, cuan1lo te remu erde la cou-